viernes, 19 de agosto de 2011

Reciben diputados cañonazos de a millón del gobierno estatal

Por Arturo Luna, Columna Garganta Profunda, Puebla on line
Martes, 16 de Agosto de 2011 e-consulta

No lo cuente en voz alta pero bastantes razones tienen los señores diputados locales de Puebla para estar contentos y tan sonrientes como en la foto.
Y ¡cómo no! si los 41 legisladores del Congreso están recibiendo periódicamente un premiezote.
Se trata de un cheque por 100 mil pesos, adicionales –¡claro!- a los 106 mil pesos que cada uno de ellos cobra cada fin de mes por concepto de dieta (o sueldo) más compensaciones.
El cheque extra sale bajo el rubro de "gastos para gestión" y no hay un solo diputado, uno solo, que lo haya rechazado hasta el momento, según los recibos de cobro a los cuales tuvo acceso el reportero.
A la fecha, con todo sigilo, han recibido –y cobrado- cuatro de esos cheques, pero en lo que resta del año van a recibir otros más hasta completar la maravillosa cifra de un millón de pesos.

Sí, ¡un millón! para cada uno de los 41 legisladores del PAN, PRI, PRD, PVEM, PT, PANAL y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano), porque hasta el "impoluto" José Juan Espinosa ha extendido la mano.
Y por supuesto que hay varios problemas:
Uno de ellos tiene que ver con el origen de los fondos.
Y es que los 41 millones de pesos que se están destinando de esta forma a los diputados no están presupuestados.

En ningún lado.

Es decir: no sólo están saliendo de forma totalmente discrecional de alguna partida secreta, sino que no aparecen contemplados dentro del Presupuesto de Egresos del Legislativo aprobado para el Congreso para este 2011.

(Dicho presupuesto prevé un gasto de 130 millones de pesos, pero con los 41 millones que se están distribuyendo por debajo de la mesa, el presupuesto cerrará en todo caso en 171 millones).

¿Quién aprobó esa extensión o ampliación presupuestal?

Nadie.

¿De dónde están saliendo entonces los recursos?
La respuesta a esa pregunta tiene que ver con el segundo de los problemas:
Los cheques son entregados en mano a cada uno de los legisladores ni más ni menos que por René Meza Espejel, director de la Unidad de Enlace Legislativo de la Secretaría General de Gobierno.

Y –para más señas- en la oficina privada que el novel funcionario tiene en El Mirador, casi enfrente de la famosa Universidad de Oriente.
¿A cambio de qué?
Es obvio.
Por eso, precisamente por eso, están tan contentos y tan calladitos.

Vamos: domesticados.

En especial a la hora de tener que votar las iniciativas del Ejecutivo (ejemplo: la famosa reforma electoral y política que hace poco salió por unanimidad, y ya se sabe que toda unanimidad es sospechosa).
Si usted se preguntaba si los diputados están maiceados, la respuesta es sí, y ahora ya conoce los detalles.
Porque después de todo, ¿quién aguanta un cañonazo de un millón de pesos?
Y libres de polvo y paja.
Ya se sabía que en Puebla no hay, nunca ha habido, separación de poderes.
Pero por lo menos disimúlenla un poquito.

¿Voy bien o me equivoco?

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