lunes, 23 de abril de 2012

Tecnológico inaugurado por Calderón carece de luz y agua


“Milpa Alta es opción educativa”, dijo FCH, pero el ITMA tiene múltiples deficiencias

22 abril 2012 | Natalia Gómez Quintero | el universal
Aquí las peleas inician diario a las 19:30 horas. Los jóvenes que estudian en el Instituto Tecnológico de Milpa Alta (ITMA), luchan por las lámparas de emergencia para tomar clases con algo de luz. Los estudiantes de las ingenierías en bioquímica, en alimentos, en sistemas computacionales y en gestión empresarial tampoco cuentan con el servicio de agua.
El ITMA tenía tres años y medio en funcionamiento con aulas prestadas hasta que hace cuatro meses los chicos ocuparon sus nuevas instalaciones, donde toman clases en penumbra. Ni el hecho de que el presidente Felipe Calderón inaugurara de manera oficial sus instalaciones, el 9 de marzo pasado, modificó sus circunstancias. 
"Me da mucho gusto que en estos cuatro años el tecnológico de Milpa Alta se haya convertido en una opción educativa y de gran calidad para los jóvenes de esta delegación y zonas vecinas", dijo el presidente en su discurso de inauguración. 

Falso. Los estudiantes afirman no sentirse preparados para competir con otros profesionistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN) o de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), mucho menos quieren medirse delante de extranjeros. 


Los alumnos, quienes en su mayoría fueron rechazados de otras instituciones de educación superior, reconocen que su preparación vulnerable sí tiene que ver con la falta de servicios básicos como luz y agua, pero que esas dos carencias sólo son la punta del iceberg, de muchas otras menos evidentes, pero dicen, de mayor impacto en su formación. 

Un botón de muestra. Las primeras generaciones de ingenieros en bioquímica y en alimentos han hecho prácticas mínimas y su mayor porcentaje de preparación ha sido teórica. 

"Ha sido poca práctica. Siento que no podré competir al mismo nivel que otros estudiantes. Hemos hecho las prácticas pobremente", dice Adrián Delgado Hernández, de Ingeniería en Industrias Alimentarias de séptimo semestre. 
Los laboratorios fueron equipados apenas hace un mes con mesas, pero no tienen reactivos, ni gas, ni instrumentos necesarios para las prácticas, donde se han utilizado botellas de refrescos para emplearlos como matraces y gelatinas comerciales en vez de agar, sustancia que da consistencia a ciertos alimentos. 

Block en lugar de computadora


Los 788 estudiantes matriculados en el ITMA no cuentan con una biblioteca equipada para su consulta. Para la inauguración dispusieron de libros prestados, del Centro de Estudios Tecnológicos Industriales y de Servicios (CETIS) 167 ubicado justo a lado, pero a la fecha tampoco se ha equipado su nuevo espacio. 

Otra de las deficiencias es que muchos de sus maestros carecen del perfil profesional para la materia que imparten. Desde el primer día de clases los docentes admiten: "Voy a aprender con ustedes". 

Ante la falta de equipos, la materia de diseño asistido por computadoras, se limita a la utilización de un block de papel para elaborar el dibujo, boceto que pocas veces puede enseñarse como elaborarlo en un ordenador. 
Un detalle que para los estudiantes no es menor es aprender a hablar inglés. En su tira de materias se preveía su estudio, pero un día sin explicación desapareció. 

"Comparto, la convicción de que la educación tecnológica es fundamental para transformar a México en un país más moderno, más productivo, más competitivo y con mayores opciones sociales para sus jóvenes", expresó Calderón durante la inauguración del ITMA. 

El Presidente recorrió las instalaciones donde todo funcionaba. En las pantallas gigantes instaladas afuera para la inauguración se veía un instituto con luz, computadoras, materiales de laboratorio, libros. Varios jóvenes desde sus lugares señalaban que eso era una mentira. Al final los estudiantes, especialmente los de semestres avanzados, consideraron una burla que se abrieran con grandes honores el instituto. 

El propio Presidente reconoció en su discurso que por un permiso de la Seduvi (Secretaría de Desarrollo Urbano y de Vivienda) no se había podido instalar un transformador. "Ya me comuniqué hace un momento con el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y está totalmente listo para instalar ese transformador y pedimos también la comprensión del Distrito Federal para que podamos poner el transformador y que no haya fijón. También agua, si no es el suministro de la delegación, con pipas, nosotros las pagamos, pero que siempre haya servicios permanentes". 

El ITMA es la segunda institución de educación superior en 30 años ubicada en esa demarcación, después de un campus que pertenece al IPN. Los alumnos refieren que tuvieron que mudarse desde enero a ese edificio nuevo, porque en el CETIS 167 de a lado donde eran hospedados ya no contaban con el espacio para su estudio. Confiaban que para su inauguración tendrían todos los servicios. 

Ya pasó un mes de la inauguración y aún no cuentan con la luz ni el agua. 

"Sin luz no hay conocimiento. La escuela está maquillada, pintaron el pasto, nos advirtieron que no nos quejáramos y que tal vez en dos meses ya tendríamos agua y luz. Pero en estas condiciones como quieren que compitamos al nivel de la UNAM o del ‘poli'", dijo Esther Martínez estudiante de octavo semestre de Ingeniería en Alimentos. 

"Pero para inaugurar sí arreglaron todo, trajeron libros prestados para llenar la biblioteca", comentó Cecilia Cortés. 

José David Meza de la carrera de Ingeniería Bioquímica de cuarto semestre señala que su inexperiencia los pone en desventaja para competir en el mercado laboral, en las grandes empresas. En estos años el ITMA no ha generado los vínculos con las industrias para que sus jóvenes realicen un servicio social. 

"Hicimos una práctica de laboratorio en la que una maestra pudo conseguir un poco de material básico, nos pidió traer pipetas y propipetas, no tenían calidad o buen nivel", recuerda Juan Luis García, otro de los estudiantes afectado. 

"No sabemos utilizar materiales de última generación, pero ni de generaciones anteriores porque no lo sabemos, el poco material que tenemos nos lo trajeron el semestre pasado", dice Samanta Lozada de sexto semestre de Ingeniería Bioquímica. La joven y sus compañeros ha tenido que traer extensiones o focos para conectarse a lámparas de emergencia. 

Ni el subsecretario de Educación Superior de la SEP, Rodolfo Tuirán, ni el director del ITMA, Fernando Chapa Lara, supieron explicar por qué inaugurar un instituto que carece de agua y luz. 

Chapa Lara confía en que muy pronto la CFE inicie los trabajos, luego de que se destrabe el uso de suelo, pues el ITMA se encuentra los límites de Xochimilco y Milpa Alta. 
"Procuramos que nuestros maestros sean lo más prácticos y que el hecho de carecer de energía no demerite la calidad de sus clases. Si se pone mucha voluntad de estudiar, y fe, la falta de servicios no demerita en la calidad de la enseñanza", comenta. 


El funcionario afirma que la biblioteca irá haciendo su acervo, que los maestros con los que cuenta la institución están altamente preparados y que están a punto de que se equipen los laboratorios. No obstante, admite, no contar con mucho material de reserva porque cuando se necesita se va comprando. 


-¿Usted cree que sus alumnos están preparados para competir con cualquier universidad de México o del mundo? ¿Las carencias de años no demeritan la enseñanza y el aprendizaje? 

-Están bien capacitados en conocimientos teóricos, prácticamente haremos todo lo que este a nuestro alcance para que realizan prácticas foráneas y que puedan competir con cualquiera, responde el director del ITMA.

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