EDITORIAL
De manera sorpresiva, la delegación de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó a la empresa Frisco para que pueda realizar la explotación de la mina Espejeras en el municipio de Tetela de Ocampo, a pesar de que se han demostrado y documentado ampliamente los perjuicios que la minería a cielo abierto genera al medio ambiente y las comunidades humanas.
El comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México, Jaime Martínez Veloz, ha dejado claro que la decisión de la Semarnat violentó por completo la voluntad de los pueblos originarios de esa región de la Sierra Norte, quienes en muchas formas y de manera puntual han expresado su rechazo a la instalación de Frisco en su territorio
Un dato relevante es que de Tetela de Ocampo salieron las tropas más combativas que defendieron a México en la invasión francesa de 1862, así que no será difícil imaginar que los descendientes de esos hombres estén dispuestos a defender su territorio y su cultura a como dé lugar.
Es deseable que haya una nueva consulta, sin la intervención tendenciosa de la delegada, Daniela Migoya Mastretta, y sin la presencia de los representantes de Frisco, para garantizar verdadera imparcialidad y libertad de los pobladores de Tetela.
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