lunes, 30 de junio de 2014

Congelan refinería de Tula

Colocada en revisión por la calificadora Standard and Poor’s la calidad crediticia de Hidalgo, regresó a la mesa del debate la indecisión de Petróleos Mexicanos en relación a la construcción de una refinería en la zona de Tula, en cuya apuesta se explica el elevado monto de deuda de la entidad federativa.
 Lunes 30 de junio de 2014 
Alberto Barranco
El Universal
El 29 por ciento de ésta lo llena la inversión realizada por el gobierno que encabezaba entonces Miguel Ángel Osorio Chong para adquirir los terrenos en que se instalarían las plantas para transformar petróleo crudo en gasolina.
El crédito bancario original fue de mil 500 millones de pesos, en la esperanza de que se le retribuyera a Hidalgo con la mano de obra para la construcción de un complejo de 17 plantas. Sin embargo, la adecuación de la tierra, es decir el mover torres de la Comisión Federal de Electricidad, la limpieza y el relleno de fosas sanitarias, elevaron la cifra a cinco mil millones.
Del sueño de un conjunto industrial, tanques de almacenamiento, infraestructura, carreteras, espacios administrativos, solo se ha construido la barda perimetral del polígono, cuya extensión alcanza 13.4 kilómetros, luego de cinco años de distancia, tras de declararse la viabilidad de la zona.

Como recordará usted, el 19 de abril del 2009 Petróleos Mexicanos le levantó la mano a la entidad federativa como la ganadora de una pelea en que se había involucrado a Guanajuato, cuyo gobierno también realizó una colosal inversión para adquirir terrenos ejidatarios.
Lo que parecía haber ganado el “gordo” de la lotería, derivó en la rifa del tigre.
Según ello, el nuevo complejo petroquímico con posibilidad de transformar 250 mil barriles diarios de petróleo pesado, tipo Maya, el de menor costo en el mercado de exportación, en 163 mil barriles de gasolina y 117 mil de diésel, estaría funcionando en el 2015.
La fiesta hablaba de disminuir drásticamente las importaciones de gasolina; de volver un emporio la zona de Hidalgo, en la combinación con la refinería Miguel Hidalgo, con 38 años de estar operando, ubicada en la misma ruta, además naturalmente de dirigir la carga mayor de envíos hacia los mercados internacionales con petróleos ligeros.
Casi el paraíso.
El caso es que la Secretaria de Energía anunció hace unos meses que el arranque de la nueva refinería llegará… en el 2020, es decir cinco años después.
Lo cierto es que las largas ocultan una realidad de la que la aún empresa paraestatal no quiere hacerse cargo: la posibilidad no es negocio. Se alocó, pues, el entonces director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles González Garza, al convocar a una competencia estéril, cuando resultaba más barato comprar refinerías en marcha del exterior.
Naturalmente, el anuncio definitivo del no impulsaría la exigencia del gobierno de Hidalgo de recuperar los recursos invertidos; arreciarían las críticas a una colosal deuda sin sentido, y de pasadita se colocaría en el ojo del huracán al actual Secretario de Gobernación y de pilón hasta un subsecretario.
El hecho es que aun cuando se habla de que el presupuesto para este año de cara a la nueva refinería de Tula es de tres mil 714 millones de pesos, lo cierto es que la obra no está contemplada en el Plan de Negocios de la paraestatal para lo que resta del sexenio.
El problema es que la entidad federativa no pueda negociar mayor deuda ante el peligro de que sea degradada en su calidad crediticia.
De hecho, cuando una calificadora de deuda coloca en revisión a un acreedor, generalmente es para reducirle la calificación.
Y aunque la posibilidad, de cara a la reforma energética, abriría la alternativa de que Pemex se asociara con alguna empresa extranjera para emprender la colosal obra, pareciera misión imposible que alguien se interesara ante el elevado costo.
El sueño resultó quimera.
Y si quiere usted presumir que habría deslinde de responsabilidades, es mejor que espere sentado.
Balance general
A contrapelo de la resolución judicial que obliga a reponer el procedimiento por el cual se le otorgó la Manifestación de Impacto Ambiental reclamada para iniciar las obras, la construcción del megacentro de exposición y venta al mayoreo de productos chinos en Cancún, conocido como Dragon Mart, no se ha detenido.
De hecho, la empresa Chinamex, propietaria de la marca, habla de que estará operando a mediados del año entrante.
Por lo pronto, en lo que representa un desafío frente a la posibilidad de que se le negara el documento, la firma está realizando trabajos de desmonte del terreno de 12 hectáreas ubicado en el predio conocido como “Tucán”.
La impugnación se logró vía un amparo planteado por dos senadores panistas, quienes argumentaron graves daños a un entorno protegido.
El proyecto se ha reducido de cara a su pretensión original, por más que en él se mantiene la posibilidad de presencia permanente de ocho mil empresas chinas. Por ejemplo, se canceló la construcción de una Unidad Habitacional de 400 viviendas para albergar a los expositores.
En paralelo, se pactó con la Cámara del Calzado de Jalisco que en el abanico de productos del país de la muralla se excluyan zapatos y en general prendas de cuero.
La posibilidad podría alcanzar también al ramo textil, otro de los productos emblemáticos frente a la catarata china.
Crecen fusiones
Aunque el año pasado se realizaron en el país fusiones y adquisiciones por tres mil 8 millones de dólares, lo que significó un salto de 55 por ciento en relación al año pasado, el país cayó del segundo al tercer lugar en el listado de América Latina.
Nos superan Brasil y Chile.
De acuerdo a Transnational Trade Record, el coloso del sur del Hemisferio alcanzó 12 mil 332 millones, en tanto el país andino llegó a cuatro mil 9.
La operación de mayor monto de una empresa mexicana la realizó Bimbo, al adquirir el 100 por ciento del capital de la empresa Canada Bread por 678.78 millones.
En la lista está la empresa Alliance Boots, quien adquirió de casa Saba la cadena de farmacias Ahumada, en 638 millones de billetes verdes.
Más allá, Wal Mart le vendió a la franquiciaría Alsea sus restaurantes Vips en 633.67 millones de dólares, en tanto la firma Extraídos Metálicos adquirió a Metales Extraídos de España en 17.90 millones y Bay North Graphite hizo lo propio con Gráfica de México, pagando 14.2 millones.
Yo no fui
De acuerdo al grupo Altavista, uno de los más activos participantes en el fallido proyecto foxista de Enciclomedia, la mala imagen que se le ha construido en los últimos meses se debe a la mano negra de un extrabajador que fue despedido por fraude. Oscar Pérez Martínez enfrenta diversas denuncias ante la Procuraduría de Justicia capitalina.
Según ello, no hay ninguna investigación penal o fiscal en su contra asegurando que tanto la Secretaria de Hacienda como la Procuraduría Fiscal así lo han ratificado.
Y aunque existe una denuncia de la Auditoria Superior de la Federación contra una de sus filiales, Interconecta, la empresa logró un amparo para que su nombre sea borrado de la página de internet de ésta.
El caso es que existe una resolución del Servicio de Administración Tributaria, bajo el número 500-74-04-02-04-2010-5442 emitida el 26 de marzo del 2010, en que se habla de triangulaciones entre dos filiales del grupo, Integrados de Tecnología e IT Arrendadora e Interconexiones, para justificar diversos gastos de un contrato ante la Secretaria de Educación Pública.
El asunto derivó en la presentación de una denuncia por parte de la Procuraduría Fiscal de la Federación con el número UEIDFTM08/51/2012, en la presunción de un fraude fiscal por 223 millones de pesos.
¿Se equivocó la autoridad?

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