Con la apertura del sector, compañías como Grupo México y Enel comenzarán a vender electricidad; son viejos conocidos que ya operaban en ámbitos de ciclo combinado, hidroeléctrico, eólico y solar.
Enrique Hernández
Cd. de México.- La italiana Enel, la española Iberdrola, Vestas y Grupo México, son algunas de las compañías privadas que se alistan para darle una descarga eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), tras la reforma energética.
Estas compañías aprovecharán la apertura del sector eléctrico para no sólo producir electricidad, que ya lo han estado haciendo, sino distribuirla y sobre todo, venderla. Esto los convierte en potenciales competidores de la empresa estatal, que hasta ahora mantenía el monopolio.
Las empresas podrán participar en la construcción y operación de líneas de transmisión y distribución mediante asociaciones con la CFE o logrando contratos en licitaciones como las que también hará la Comisión Nacional de Hidrocarburos en el sector petrolero.
En este caso, será a través de la Comisión Reguladora de Energía, el ente regulador del mercado energético que depende de la Secretaría de Energía.
La venta de electricidad a los hogares seguirá en manos de la CFE. Pero las compañías privadas podrán participar en una especie de subasta para ver qué productor le ofrece el mejor precio por suministrarle una cantidad de megavatios para un periodo determinado.
“El productor (eléctrico) se convertirá en unos años en un agente económico que competirá directamente por el mercado de la CFE y tendrá la oportunidad de acercarse a los usuarios mexicanos a ofrecerles el servicio”, dice el comisionado de la Comisión Reguladora de Energía, Guillermo Zúñiga, a la edición del 6 de junio de 2014 de la revista Expansión.
Sin embargo, los inversionistas esperan la letra chiquita de las leyes secundariaspara saber en qué se convertirá la CFE y, por tanto, contra qué clase de compañía deberán competir, dice la especialista en energía del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), Miriam Grunstein.
De momento, los que manifiestan su interés por competir con la CFE y en realizar inversiones en el sector eléctrico mexicano son viejos conocidos del país, que se desenvuelven en diferentes ámbitos.
Ciclo combinado
Una de ellas es la firma española Iberdrola. Su presidente Ignacio Sánchez Galán presentó en febrero de 2014, durante la junta general de accionistas, un plan para invertir casi 13,000 millones de dólares (mdd) en tres años; sobre todo en Estados Unidos, Reino Unido y México, que en Latinoamérica será el principal destino de este dinero.
Además la compañía recién anunció que al menos durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto invertirá 5,000 mdd en México para la construcción de distintas centrales de energías renovables.
“En este momento somos más británicos, más americanos, y más mexicanos o brasileños que españoles”, dijo Sánchez Galán en esa ocasión.
Iberdrola también invertirá 1,200 mdd en la construcción de dos plantas de ciclo combinado y en la ampliación de otras dos.
La surcoreana Korea Electric Power Corporation (KEPCO), la mayor de su país, es otra interesada.
“Se participará en la construcción de nuevas plantas generadoras de energía eléctrica”, dijo en marzo el presidente de la firma Cho Hwan-Eik, durante la inauguración de la central de ciclo combinado El Encino, en Chihuahua, donde participa esta empresa.
Energía hidroeléctrica
En cuanto a fuentes estrictamente renovables, la energía hidroeléctrica es la que mayor presencia tiene en México.
Las 30 empresas que operan en este sector, como la mexicanaComexhidro y la brasileña Odebrecht, serán las más activas en sus inversiones, dice el presidente de la Asociación Mexicana de Energía Hidroeléctrica, Jacobo Mekler.
Mekler añade que la apuesta de la CFE en los últimos años ha sido el gas natural. Por lo que si la iniciativa privada no desarrolla las hidroeléctricas, nadie lo va a hacer.
Coraza Internacional, una empresa dedicada a la consultoría económica y energética, es una de las que afirma que lo hará, según su presidente Julio Millán.
La gigante italiana Enel es otra: “Le damos la bienvenida a la reforma energética, y si estábamos convencidos de que México era un buen lugar para invertir, pues se invertirá más en el futuro”, menciona el CEO de la empresa Fulvio Conti, que ya tiene tres centrales hidroeléctricas en el país.
Energía Eólica
Por otro lado, las inversiones para producir energía eléctrica mediante el viento serán de 12,000 mdd de 2014 a 2018 que irán destinados sobre todo a proyectos eólicos en Oaxaca, de acuerdo con el presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica, Adrián Escofet.
“Actualmente hay en construcción seis parques en el país (de compañías como Preneal y Eolia)”, explica.
La apertura del sector crea oportunidades para empresas como Grupo Dragón, subsidiaria de Grupo Salinas, con parques eólicos en Arriaga, Chiapas y Los Altos, Jalisco.
La española Gas Natural Fenosa y Cemex también construirán más parques de este tipo, comentan en las dos empresas.
Por su parte el director general de Vestas México, Adrián Katzew, una compañía danesa de tecnología eólica, dice cuenta que su empresa será otra de las beneficiadas por la reforma.
Energía Solar
El parque Aura Solar 1, inaugurado en marzo en Baja California Sur, es el primer gran proyecto del país en energía solar y fue construido por la empresa Gauss Energía.
El proyecto costó 100 mdd y la electricidad que generará serviría para abastecer a 65% de la población de La Paz, capital del estado, con unos 250,000 habitantes.
Aunque la energía solar apenas existe en el país, la reforma promoverá más plantas como ésta, dice su presidente Héctor Olea. Sobre todo, recuerda, porque su costo de producción se redujo mucho en los últimos años: en 2011, el kilovatio hora costaba 22 centavos de dólar y ahora está en 12.
Entre más 'verdes' mejor
El gas y el combustóleo seguirán siendo las principales fuentes de generación de electricidad en el corto y en el mediano plazo; sin embargo, uno de los principales propósitos de la reforma será impulsar los proyectos de las compañías dedicadas a producir a partir del viento, el agua y el sol.
De 1999 a 2013, la participación de las energías renovables en la capacidad de generación total cayó 4%, según la CFE. Esto representa cerca de 25% del total.
La ley prevé que 35% de la energía eléctrica sea renovable para 2024, frente al 25% actual. Para lograrlo, el gobierno mexicano establecerá obligaciones a los participantes de la industria eléctrica de aumentar la producción a partir de energías limpias y reducir las emisiones contaminantes.
Las leyes secundarias de la reforma energética, que el Congreso aún debate, deben definir cómo se hará.
La CFE se pone las pilas
Las ventas de la CFE crecieron 18% de 2008 a 2013. Pese a ello, el año anterior, la estatal tuvo pérdidas por 37,552 millones de pesos (mdp).
Una de las razones de este mal rendimiento es su elevado costo de producción, pues la mayoría de sus plantas depende del combustóleo, tres veces más caro que el gas natural.
Pero México no produce suficiente gas y debe importar cerca de un tercio del que consume, sobre todo de Estados Unidos. Estas importaciones casi se triplicaron entre 2005 y 2013. El precio de los combustibles supone 80% del costo de la electricidad, de acuerdo con datos de la CFE.
Por ello, aumentará la generación de energía a partir del gas. Su director general, Enrique Ochoa Reza, anuncióla construcción de cinco nuevos gasoductos en el norte de México para mejorar la distribución de este recurso energético.
Además, la estatal impulsará la construcción de centrales de generación eléctrica a partir de gas natural y de fuentes renovables, dijo en un comunicado.
La otra causa de la poca eficiencia de la CFE es que sólo vende 85% de la energía eléctrica producida, mientras que aproximadamente 15% se queda en la red de distribución por fallas técnicas y otros problemas, como los robos.
La CFE hará “alianzas estratégicas para desarrollar la infraestructura de generación de electricidad, así como para modernizar y optimizar el sistema de transmisión y distribución”, dijo Ochoa Reza en febrero, durante la Convención Nacional de Industriales de la Ciudad de México.
Esto dará trabajo a las empresas privadas. “La CFE puede aportar mucho, y veo muchas oportunidades de negocio (para las empresas privadas), porque tiene que renovar 25% de su parque y rehabilitar las redes de transmisión”, dice la directora general en México de Alstom, Cintia Angulo, fabricante francesa de equipos para generar electricidad y constructora de trenes y barcos.
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