José Antonio López Sosa
9 de septiembre 2014
Mucha hilaridad causan las declaraciones del presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, cuando señala a los medios de comunicación como constructores de una imagen negativa de su parodiado político.
En primer lugar, el señor Madero pretende confundir a sus militantes y a la ciudadanía haciendo creer que son los medios y no sus militantes, quienes generan puntos negativos.
Tal vez olvida el señor Madero que fue el propio Felipe Calderón quien desde la Presidencia de la República, comenzó la gran debacle de Acción Nacional en las elecciones intermedias de 2009.
Quizá también olvida Madero que decisiones tan erradas como la “guerra contra el narco” o el cierre de Luz y Fuerza del Centro, generaron problemas que hasta el día de hoy no se logran resolver.
Habría que recordarle a Madero que personas con pésima reputación como Javier Lozano, Ernesto Cordero, Gabriela Cuevas, Mariana Gómez del Campo, Luisa María Calderón están en una curul en el Senado por voluntad del ex presidente Calderón y, los escándalos generados son por la confrontación con su grupo, nada que tenga que ver el periodismo o los medios de comunicación.
La fiesta del diputado Villarreal y amigos, no fue organizada por ningún medio de comunicación, las “teiboleras” no fueron contratadas por ningún periodista y la grotesca escena fue grabada quizá por uno de ellos mismos.
Ahora que si la molestia de Madero es que los medios de comunicación difundan la verdad, entonces pertenece Gustavo a otra época de México, aquella de la censura y del aplauso permanente.
Si así mira el dirigente de un partido la realidad, ¿qué nos esperamos de su militancia?
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