Raúl Rodríguez Cortés
02 de marzo de 2011
el universal 02 de marzo de 2011
Como le adelanté aquí hace una semana, se cayó la venta de Mexicana de Aviación con PC Capital. El comprador —que a través de un comunicado se había declarado el 21 de febrero nuevo dueño de la aerolínea— mintió descaradamente. El martes 22 tuvo que reconocer que la transferencia accionaria no se había concretado y justificó que eso se debía a problemas bancarios en la transferencia de fondos. Pero el dinero seguía sin llegar y Tenedora K, propietaria de la compañía, fijó un plazo que venció anoche. Del dinero, ni sus luces. Y es que —le decía aquí— los inversionistas no lo tenían. Querían, como se acostumbra en México, hacer un negocio de saliva. Y lo más grave del caso es que el proyecto financiero de la operación fue avalado por el ex secretario de Cominicaciones y Transportes, Juan Molinar, actual estratega electoral del PAN, y el secretario del Trabajo, Javier Lozano.
¿No tienen ambos panistas responsabilidad, por lo menos política, por avalar un esquema finaciero sin fondos? ¿O algún interés tenían en la compra de la aerolínea? ¿O de plano se los chamaquearon? La lógica dice que tienen responsabilidad todos los que la avalaron. Y entre ellos también están Fernando Perfecto, líder sindical de los pilotos aviadores, y Lizette Clavel, de los sobrecargos.
¿Qué sigue? No, por supuesto, la inmediata declaratoria de quiebra. Esta no puede darse mientras persista una oferta de compra. Y al menos una ha sido replanteada por un grupo de inversionistas mexicanos cuya oferta había sido rechazada por la SCT y la secretaría del Trabajo para apoyar la de PC Capital.
Me refiero a la oferta de TG Group, inversionistas mexicanos entre los que están Juan Carlos Torres, concesionario de gasolinerías y transportista de hidrocarburos; Juan Pablo Vega, dueño de barcos de carga, y José Manuel Vázquez y Rodrigo Coello, del sector inmobiliario.
Ayer, el conciliador del concurso mercantil, Gerardo Badin, le abrió la puerta a TG Group para que se reincorpore al proceso de compra. Los inversionistas replantearán su diagnóstico de la aerolínea y su plan de negocios, para que a más tardar el lunes se sienten con Dionisio Pérez Jácome, nuevo titular de la SCT, y Javier Lozano, secretario del Trabajo.
Su propuesta original planteaba una inversión inicial de más de mil 500 millones de pesos, la fusión en una sola aerolínea de Mexicana con las de bajo costo Mexicana Clic y Link; el uso de una flota de 62 aviones (47 de Mexicana y Mexicana Link) y 15 de Click; el regreso al trabajo de 80% de la planta laboral; y la capitalización del pasivo laboral, esto es, la conversión de liquidaciones y otros beneficios laborales hasta por 40% de las acciones de la nueva aerolínea. Por supuesto que de los aviones que se puedan rescatar dependerá el número de personal por contratar, aunque su plan de crecimiento plantea llegar a los 62 aviones en el primer semestre de operación.
Juan Carlos Torres aseguró anoche a este reportero que tienen listos los 2.5 millones de dólares para concretar de inmediato la transferencia accionaria y los recursos ofrecidos para recapitalizar la aerolínea.
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