martes, 20 de marzo de 2012

Pemex y sus pasivos laborales / ¿Quién alimentó al monstruo? / Alrededor de 89 mil pensionados


México SA-Carlos Fernández-Vega la jornada
Como ya no sabe qué hacer con la mafia sindical que él mismo alimentó a lo largo de su sexenio ni quiere recordar los favores recibidos, el inquilino de Los Pinos centró su discurso conmemorativo de la expropiación petrolera en el lastre que para las finanzas de Pemex significan sus pasivos laborales, los cuales, en valuación actuarial de aquí a 2041, se estiman en 787 mil millones de pesos, monto que debería cubrirse en los siguiente 30 años. Sin duda es un mundo de dinero, pero en el balance sobre la viabilidad financiera de la paraestatal dejó afuera el voluminoso endeudamiento que registra la mayor empresa del país, el cual es prácticamente idéntico a la cifra referida, pero pagadero en el corto y mediano plazos, no dentro de tres décadas.
¿Cuál es el estado que guardan los pasivos laborales de Pemex? De entrada, el inquilino de Los Pinos no puede quejarse, porque él mismo permitió que a lo largo de su sexenio se ratificaran y ampliaran los beneficios ahora cuestionados poronerosos, al autorizar la firma, en tres ocasiones bianuales, del contrato colectivo entre la paraestatal y el sindicato que preside el mafioso Carlos Romero Deschamps, que se mantiene intocado. Pero más allá de las componendas y el intercambio de favores que ahora ponen nervioso a Calderón, la Auditoría Superior de la Federación (revisión de la cuenta pública 2010) contribuye a conocer el tamaño del problema:

Al cierre del año referido, Petróleos Mexicanos registraba 120 mil trabajadores en activo y casi 89 mil pensionados (82 por ciento de ellos pensionados por jubilación y el resto por viudez y orfandad). Se consideran derechohabientes y/o beneficiarios de los trabajadores sindicalizados o jubilados a cónyuge o concubina, hijos menores de edad, hijos adoptivos acreditados legalmente y solteros entre 18 y 25 años de edad, siempre y cuando se compruebe que se encuentran estudiando en escuelas reconocidas por la Secretaría de Educación Pública. Para el periodo 2005-2010 se determinó que el incremento promedio anual de pensionados fue 3.7 por ciento, al pasar de 74 mil 31 en 2005 a 88 mil 807 en 2010, mientras el incremento promedio anual de trabajadores activos fue de 0.8 por ciento, al pasar de 115 mil 642 a 120 mil 431 de 2005 a 2010. Para administrar los recursos de las pensiones y jubilaciones, Pemex y sus organismos subsidiarios constituyeron un fideicomiso denominado Fondo Laboral Pemex (Folape), para fondear sus obligaciones laborales y cubrir los pagos correspondientes al retiro del personal y las pensiones en curso de pago (jubilatorias y por viudez u orfandad).

La proporción de pensionados respecto a los trabajadores activos aumentó de 64 por ciento en 2005 a 73.7 por ciento en 2010, es decir que para este último año por cada 100 trabajadores activos se registraban 73 pensionados. En 2010 la pensión mensual promedio por jubilación otorgada por Pemex fue de 16 mil 600 pesos, 3.7 veces mayor (374.3 por ciento) que la pensión garantizada establecida en la Ley del ISSSTE (3 mil 500 pesos en 2010), y 6.2 veces mayor (621.7 por ciento) que la pensión mandatada en la Ley del Seguro Social (2 mil 300 pesos). La pensión por viudez y orfandad (post-mortem), por 6 mil 900 pesos, fue una vez mayor que la pensión garantizada en la Ley del ISSSTE y dos veces por arriba que la pensión garantizada por la Ley del Seguro Social.

La ASF detalla que con la revisión del Contrato del Fondo Laboral Pemex (Folape), se precisó que este mecanismo se integró en 1998 con recursos líquidos del Fondo de Cobertura Laboral y de Vivienda (Ficolavi), ahorros presupuestales del ejercicio 1997 y una aportación del Fondo de Compactación de Estructuras, por un monto de mil 139.4 millones de pesos, que a precios de 2010 significó un monto de 2 mil 98.9 millones de pesos. En los Estados Financieros Consolidados de Petróleos Mexicanos y Organismos Subsidiarios al 31 de diciembre de 2010, dictaminados por auditores independientes, se señaló que la paraestatal cuenta con fideicomisos para el fondeo de los beneficios a los empleados; el saldo de los fideicomisos ascendió a 3 mil 110.4 millones de pesos, monto superior en 19.7 por ciento en términos reales. En los Estados Financieros Dictaminados correspondientes a 2010, se precisó que el saldo inicial de los fideicomisos para el fondeo de los beneficios a los empleados ascendió a 3 mil 135.1 millones de pesos; las aportaciones presupuestales para cubrir las obligaciones laborales fueron de 24 mil 620 millones de pesos; los pagos a pensionados fueron por 25 mil 66.9 millones de pesos; la utilidad 423.7 millones de pesos, y el saldo final de los fideicomisos fue de 3 mil 110.4 millones de pesos.

Petróleos Mexicanos cubrirá en forma gradual el valor presente de sus obligaciones por beneficio definido por 787 mil 285.8 millones de pesos, para lo cual requerirá de aportaciones presupuestales en los próximos 31 años (de 2010 a 2041), considerando una aportación inicial de 25 mil 728.4 millones de pesos en 2011, una tasa media de crecimiento anual de 3.8 por ciento y un escenario de inflación del 3.5 por ciento.

Hasta allí todo aparentemente bien: es voluminosa, sin duda, la referida valuación actuarial, pero existe mandato, estructura y figura legales para el fondeo y pago de pensiones y jubilaciones. La ASF considera que, en términos generales, Pemex cumplió con los objetivos de constituir el Fondo Laboral Pemex (Folape), bajo la modalidad de beneficio definido, a fin de contar con un instrumento para el fondeo de sus obligaciones laborales, así como para afrontar el pago de las pensiones y jubilaciones de los trabajadores permanentes y temporales, tanto sindicalizados como de confianza, y de revelar dichas obligaciones en sus estados financieros y valuaciones actuariales, se afirmó.

El problema comienza cuando la propia Auditoría Superior de la Federación advierte que no se identificó un plan de las aportaciones presupuestales que se requerirán a mediano y largo plazos para fondear la reserva actuarial del Fondo Laboral Pemex. Entonces, ¿de qué se queja el inquilino de Los Pinos si él mismo alimentó al monstruo?

Las rebanadas del pastel

No sólo el subdesarrollo económico es un lastre para México. Existe otro peor: la asistencia de mexicanos a los cuatro santuarios católicos más importantes del país es casi cuatro veces mayor a la que registran los 80 museos integrados al Instituto Nacional de Antropología e Historia (La Jornada, Julio Reyna Quiroz).

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