domingo, 15 de septiembre de 2013

Deslave en Huauchinango fractura tres líneas de combustible de Pemex

El incidente es consecuencia de que un alud de lodo arrastró con los tres ductos de combustible que ocasionaron un derrame.
14 de septiembre
Leticia Ánimas
milenio Puebla

Huauchinango • Litros de gasolina y petróleo crudo se vertieron sobre terrenos de labor y árboles en el cerro Yelotépetl en Cuaxicala, municipio de Huauchinango, como consecuencia de la fractura de tres ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que fueron arrastrados por el derrumbe de varias toneladas de lodo y piedras la mañana de este sábado.
El alud, provocado por la gran cantidad de lluvia caída en días recientes, acabó también con el principal acceso a la comunidad por lo que sus habitantes quedaron incomunicados y en riesgo por la posibilidad de explosión por el derrame y gasificación de los combustibles. Sin embargo, empleados de la paraestatal y funcionarios de Protección Civil del estado dijeron que el “peligro ya pasó y que las válvulas de hidrocarburos ya fueron cerradas”, por lo que se descartó la necesidad de una evacuación.
No obstante, mientras se les reparten cubrebocas debido al penetrante olor de los derivados de petróleo vertidos, se prohibió a los más de mil 500 pobladores de Cuaxicala que preparen sus alimentos o enciendan fuego por alguna otra causa. Además de que se quedaron sin energía eléctrica y agua potable pues la red también resultó dañada.
Las fracturas de los tubos de Pemex, dos que transportaban gasolina y uno petróleo crudo que bombea 70 mil barriles por día, van de los 80 a los 100 metros de longitud y se produjeron en el área donde el miércoles pasado hubo otro deslave que los dejó expuestos y que fue atribuido por la autoridad auxiliar y los lugareños a un corte “mal hecho” por la ICA en un lugar donde está excavado material pétreo para continuar la construcción de la autopista México-Tuxpan que Felipe Calderón dio por terminada el 26 de noviembre de 2012, a sólo cuatro días de terminar su gestión.
Los restos de gasolina y crudo cubren pastizales y árboles en una longitud de unos 100 metros, pero siguen desplazándose cerro abajo, por lo que no se ha descartado que la contaminación pudiera alcanzar a las comunidades de Cuahueyatla y San Agustín Atlihuacan y alcanzar el río San Marcos, en la sierra baja.
LO QUE DIJIMOS, YA PASÓ
“Como a las 10 de la mañana empezamos a escuchar como crujía el cerro y casi a las 12 del día vimos como empezaba a brotar la gasolina y el petróleo de los tubos. Como lo habíamos dicho ya se fue toda la carretera. Nos quedamos sin camino y ahora estamos sufriendo porque ICA empezó a mover de nuevo el cerro y jaló la tierra. Lo que dijimos hace tres días que iba a pasar, ya pasó”, dijo el presidente auxiliar Amado Gregorio Francisco Marcial Eslava.
Además agregó que tras los hechos acudió a pedir apoyo a la Presidencia Municipal de Huauchinango, pero le informaron que el alcalde Omar Martínez Amador no se encontraba y sólo fue atendido por el director de Obras Públicas, Gerardo Aparicio quien, aseguró, le dijo que el asunto “no era de su competencia”.
Vecinos de la comunidad informaron que aunque aún no se ha cuantificado la cantidad de tierra arrastrada, desaparecieron 22 hectáreas de las propiedades de los señores Aquilino Aguilar y Enriqueta Hernández Barrios y otras 10 hectáreas estarían en riesgo de derrumbe ante la inestabilidad de los suelos por la existencia de una falla geológica, cuya existencia fue confirmada en septiembre de 2009.
Además que indicaron que el riesgo en el que están ha aumentado debido a que desde octubre del año pasado se empezó a instalar en el cerro parte de la tubería del gasoducto “Sistema de Transporte Energético de Tuxpan de Rodríguez Cano, Veracruz a Atotonilco de Tula, Hidalgo” que transportará gas LP del golfo de Mexico hasta el bajío y una vez que esté en operación tendrá un flujo normal de 33 mil barriles de combustible por día y podría incrementarse, hasta 69 mil barriles cada 24 horas.
Y ante el hermetismo que hay de parte de las autoridades municipales y estatales los pobladores demandaron que se les dé información sobre la magnitud exacta del problema que están viviendo y se les oriente sobre las medidas que deberán tomar en caso de que se produzca alguna contingencia mayor.
Por la tarde el acceso al área de derrumbes fue restringido y quedó bajo resguardo de personal especializado de Petróleos Mexicanos que llegó a realizar las labores de reparación de las líneas de 28, 24 y 22 pulgadas que se fracturaron. Mientras que el combustible transportado a través de ellos “se desvió hacia San Martín Texmelucan”.
Sin embargo, los obreros de la paraestatal rechazaron dar más información sobre los hechos y sólo dijeron que “ha habido obras en la región que han hecho que se reblandezca la tierra, además del gran volumen de agua que cayó e hicieron que cerro se colapsara. Porque nosotros tenemos aquí más de 50 años y el piso era firme”.
Mientras que Felipe Cardona, superintendente de la empresa Connet, filial de ICA, a cargo de las obras de la autopista México-Tuxpan, negó que la extracción de material que están realizando haya provocado que las grietas del terreno se fracturaran “nosotros estamos alejados de aquí” aseguró.

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