miércoles, 18 de septiembre de 2013

Puebla. Autoridades dejan en el olvido a poblados incomunicados por las lluvias en la Sierra

Mientras en la capital del estado de Puebla se organizan centros de acopio de víveres para los damnificados de Acapulco, Guerrero, las instituciones públicas y privadas mantienen en el olvido a los poblados de la Sierra Norte que se encuentran incomunicados y claman por ayuda.
  en septiembre 18, 2013
Es el caso de la comunidad indígena nahua de Cuaxicala, en el municipio de Huauchinago, donde mil 500 personas se quedaron incomunicadas desde el sábado pasado cuando un alud del cerro Yelotépetl destruyó el camino que comunica a este lugar con la cabecera municipal, además de que fracturó tres ductos de Pemex que derramaron miles de litros de gasolina y petróleo crudo.
El martes los pobladores empezaron a salir por estrechas veredas y por barrancas de esta comunidad en busca de alimentos; por los lodazales se pueden observar a mujeres cargando alimentos enlatados, galletas y tortillas.
De acuerdo con el portal informativo Radio Expresión, de Huauchinango, los pobladores consideran que es una burla que las autoridades municipales, encabezadas por el presidente municipal Omar Martínez Amador y su director de Protección Civil, Manuel Trejo Rojas, aseguraran que la situación en esta población ya se había “normalizado”.
Hasta ahora la paraestatal Pemex no ha emitido ninguna postura respecto al derrame de sus ductos, como tampoco sobre la manera en que repondrá el daño causado a las tierras de cultivo perjudicadas. Por el contrario, la empresa sólo se limita a las reparaciones de los ductos pero no a abrir el camino a la comunidad.
El personal armado de Pemex, que llegó a resguardar que no haya robo de combustible, amagó a los reporteros de ese portal informativo, amenazándolos con “meterlos a la cárcel” si los sorprendían nuevamente realizando su labor periodística.
La población continúa con temor de que pueda ocurrir una explosión con el combustible derramado; las válvulas de los ductos fueron cerradas, pero en la zona existe un penetrante olor a gasolina que ha evitado que se enciendan anafres y estufas ante el temor de una reacción explosiva.
También desconocen si la gasolina y el crudo se infiltraron hacia los manantiales que abastecen a esta y otras poblaciones, como tampoco saben si les van a pagar por el daño a sus cultivos.
Cerca de donde se rompieron los ductos, a menos de 400 metros de distancia, se encuentra el banco de materiales pétreos que la constructora Ingenieros Civiles Asociados (ICA) utiliza para la construcción de la autopista México–Tuxpan; los periodistas subrayaron que hace cinco años esta empresa dinamitó el cerro Yelotépetl, provocaron una situación similar a la que hoy padecen los habitantes de Cuaxicala.
Por otro lado, en la comunidad El Tepetate, en el municipio de Xicotepec, siguen incomunicados y sin energía eléctrica luego de que el río San Marcos se llevó el puente de acceso para más de mil habitantes; ese puente tenía ocho años de construido.
A este lugar sólo se puede llegar por lancha o por un trayecto de una hora y media por el municipio de Venustiano Carranza; la población hizo un “puente humano”, metiéndose al río para pasar alimentos.
Los soldados han repartido 600 despensas, y por parte de Protección Civil estatal se repartieron mil 600 latas de atún, mil botellas de agua y 160 cobijas.

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