domingo, 18 de septiembre de 2011

El Cártel de la CFE. Podredumbre y corrupción


La investigación de la justicia estadounidense ha deshilvanado la maraña de corrupción en que funcionarios de la CFE acceden a pedidos de empresas extranjeras a cambio de pagos millonarios
17 septiembre 2011 | Raúl Rodríguez Cortés | revista siempre
La captura el sábado 3 de septiembre y liberación al día siguiente del ex director de Operaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Néstor Moreno Díaz, acusado de recibir sobornos para favorecer con contratos a empresas extranjeras, sólo es la punta de un iceberg, de podredumbre y corrupción auspiciado desde los más altos niveles del poder, en el que difícilmente podrían estar libres de culpa por complicidad u omisión, el ex director de ese organismo descentralizado, Alfredo Elías Ayub y la ex secretaria de Energía y actual directora de Banobras, Georgina Kessel.
Aunque a principios de agosto pasado se habían filtrado a la prensa estadounidense, los actos de corrupción de Moreno Díaz fueron hechos públicos por el Departamento de Justicia de ese país el 23 de noviembre del año pasado. Los encausamientos judiciales H-09-629 y H-09-325 eran contra John Jospeh O Shea y Fernando Maya Basurto por cohechar a funcionarios de la CFE para obtener contratos que beneficiaban a las empresas sueca ABB y californiana Azusa.

Mediante esa investigación realizada por los fiscales federales de Estados Unidos, Tim Jonhson, Steve Tyrell y Mark F Mendelsohn, se documentó que Moreno Díaz, recibió como cohecho un yate de 1.8 millones de dólares, un automóvil Ferrari de 297 mil dólares, más de 170 mil dólares disponibles en una tarjeta de crédito y otros pagos por 600 mil dólares. La CFE respondió con escuetos comunicados en los que notificaba que el acusado había pedido licencia desde el 16 de agosto de 2010 y presentado su renuncia al cargo el 14 de septiembre siguiente.

Tal estado de cosas fue, a no dudarlo, lo que obligó a que la PGR abriera en México una investigación por enriquecimiento ilícito en contra de varios funcionarios y ex funcionarios de la CFE y de la Secretaría de Energía, no solo sus ex titulares (Kesel y Elías Ayub), también otros ex titulares y subordinados como es el caso de Rogelio Gasca Neri, Benjamín Contreras Astiazarán, Antonio García Luna, Enrique Santacama y Armando Bassave.

El caso de Díaz Moreno es una prueba inocultable de la manera en que se encubren estas redes de corrupción que proliferaron en la CFE durante las gestiones de Gasca Neri y la larguísima por 12 años de Elías Ayub.

Juzgue usted: el 19 de marzo de 1998, la entonces Secretaría de la Contraloría emitió un oficio en el que notificaba que Moreno Díaz había sido destituido del puesto de coordinador de Proyectos de Transmisión de la CFE e inhabilitado para desempeñar cargos públicos por diez años.

Casi dos años después, el 28 de mayo de 2000, el entonces apoderado general para pleitos y cobranzas de la CFE, Ismael Macías Barrón, denunció a Moreno Díaz y a tres empleados más de un quebranto de 16.2 millones de pesos a la CFE al prestar indebidamente equipos y materiales a la empresa Apycsa, mismos que no fueron devueltos nunca.

Pero ni sanción ni denuncian surtieron efecto pues Moreno Díaz fue nombrado en 2001 subdirector de Transmisión, Transformación y Control, en 2002 subdirector de Generación y en mayo de 2007, por acuerdo de Alfredo Elías Ayub, director de Operaciones, uno de los cargos más importantes de la CFE, con un presupuesto anual de aproximadamente 62 mil 542 millones de pesos, monto del que no disponen ninguno de los gobernadores del país.

El caso es que las más de 800 páginas de la investigación de la justicia estadounidense han deshilvanado la maraña de corrupción en que funcionarios de la CFE acceden a pedidos de empresas extranjeras (cuando está impedido por la Constitución) a cambio de pagos millonarios y de hechos que, de acuerdo con las investigaciones de la Procuraduría de Morelos, por ejemplo, conectarían, incluso, con un homicidio, el de Amelia Avila Vázquez, jefa del Departamento Jurídico de la División Centro-Sur de la CFE ocurrido el 12 de octubre de 2010 cuando salía de su domicilio en Cuernavaca.

Además se ha denunciado que Moreno Díaz es propietario y director de la empresa SENSA que es contratista de la CFE, otra hebra de esa enredada madeja de la tan común práctica de este y otros gobiernos de hacer negocios privados con bienes públicos.

El gobierno de Felipe Calderón y su ex director de la CFE Alfredo Elías Ayub sabían de la existencia de esta investigación contra Moreno Díaz y aun así siguieron firmando contratos con las empresas que lo sobornaron.

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