No precisa que en 12 años la petrolera transfirió a Hacienda más de 7.13 billones, dice el petista
Andrea Becerril y Víctor Ballinas
Periódico La Jornada
Con el voto de PRI, PAN y PVEM, el Senado aprobó la estrategia nacional de energía del presidente Enrique Peña Nieto para los próximos 15 años, luego de un largo debate en el que legisladores de izquierda que el documento sienta las bases para avanzar en la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El priísta David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía, trató de refutar las acusaciones y los cuestionamientos formulados por el petista Manuel Bartlett, por la perredista Dolores Padierna y por Layda Sansores, de Movimiento Cuidadano, quienes insistieron en que esa estrategia es el punto de partida para entregar el petróleo y la electricidad a transnacionales.
Se trata sólo de una estrategia, no de una reforma energética; “la privatización sólo existe en la cabeza de algunos”, sostuvo el priísta. Dijo que la necesidad de mayor presencia de particulares en el sector energético se debe a que requiere más de 100 mil millones de pesos, que es un tercio del presupuesto de la Federación.
Antes, Manuel Cavazos, ex gobernador de Tamaulipas, dijo a Bartlett que “en el diccionario del PRI no existe la palabra privatización, sino la palabra modernización”. ¿Para qué va a invertir Pemex sus escasos recursos en áreas que apenas tienen rentabilidad de 20 por ciento, si hay otras empresas interesadas, para las que sí son atractivas?, preguntó.
Penchyna insistió en que la propia Estrategia Nacional de Energía 2013-2027 mantiene la propiedad del Estado y su rectoría económica sobre el petróleo y los demás recursos energéticos.
Bartlett le respondió que no hace falta que en el documento se escriba la palabra privatización, cuando está claro, porque así se establece, que la estrategia es permitir la entrada de trasnacionales en mayores áreas de Pemex y CFE, y recordó que en 1940 Lázaro Cárdenas recalcó que “habiendo tomado el control de la industria petrolera, era absolutamente inconveniente que volviéramos a permitir que entraran”.
Sostuvo que no se trata de una estrategia, “porque carece de un diagnóstico real del sector, no define la política energética y tiene una clara intención de ampliar la inversión privada y extranjera. No explica la situación financiera de Pemex ni precisa, por ejemplo, que en los últimos 12 años la paraestatal transfirió a la Secretaría de Hacienda más de 7.13 billones de pesos”
La senadora Padierna respondió a su vez a Penchyna que no es que la privatización esté en la mente de algunos, y leyó varios apartados del documento en los que se alude a la necesidad fundamental de que participen particulares en Pemex y CFE. No plantea construir al menos una refinería en esos 15 años. “Así que no venga aquí a engañar”, recalcó.
En tanto, Sansores dijo que la estrategia sí tiene buena planeación, “pero para los intereses de las trasnacionales”.
El PAN expuso desde un principio que votaría en favor, aunque reprochó que en la estrategia no se hayan reconocido los “avances” logrados en materia energética durante los dos gobiernos de su partido.
El senador panista Jorge Luis Lavalle recalcó que ellos no van a actuar de forma mezquina ni por cálculos electorales; el sector se habría modernizado mucho antes “si quienes hoy proponen hubieran aceptado las reformas necesarias”, señaló.
La estrategia se aprobó con 83 votos en favor, 17 en contra y siete abstenciones, estas últimas de senadores del PRD, ya que la bancada votó divida; Angélica de la Peña, Fidel Demedicis, Isidro Pedraza, Sofío Ramírez, Zoe Robledo, Benjamín Robles y Adolfo Romero optaron por la abstención, mientras el resto votó en contra.
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