Martín Esparza Flores
La información que arroja la Primera Sesión Extraordinaria de la Junta de Gobierno de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), celebrada el pasado 21 de febrero, es sencillamente alarmante; la supuesta Empresa de Clase Mundial que tanto exaltó el expresidente Felipe Calderón, se encuentra a las puertas de una quiebra técnica y con serios problemas de personal en el área que atendía la extinta Luz y Fuerza del Centro.
Lo que durante los últimos tres años hemos venido denunciando ante los medios y a través de las páginas de Siempre!, ha resultado una verdad incuestionable que aparece con toda su cruda realidad ante los nuevos funcionarios de la paraestatal que como el recién nombrado abogado general de CFE, César Augusto Santiago, no desconocen la debacle, pues en su momento, y como legislador federal, se enteró a detalle de la desnacionalización que enfrentó la entidad en los últimos dos sexenio panistas.
En la orden del día que atendió la referida Junta, en su punto II. Diagnóstico que guarda la Comisión Federal de Electricidad, Situación Actual, en su rubro de Tarifas, se habla de un “alto nivel de subsidio” y un “alto nivel de adeudos”, con lo que se pone en entredicho el supuesto nivel de eficiencia que se dijo, tenía la dependencia.
En el aspecto del Margen de Reserva, se advierte sobre un “crecimiento excesivo”, pues como lo señalamos puntualmente en pasadas entregas mientras en el año 2000 dicho margen era del 21 por ciento, en 2009 ya llegaba a un 44 por ciento, en buena medida por la subutilización de la infraestructura al haber dado paso a los Productores Independientes de Energía (PIEs) que en los gobiernos panistas obtuvieron 772 permisos de generación.
Y como una contradicción más de que supuestamente se estaba haciendo más con menos trabajadores en la antes área de atención de Luz y Fuerza, en el punto: Reforzar Modernización Zona Centro, se concluye en el diagnóstico que hay problemas de personal. Como se puede apreciar, el mejor juez para determinar el pésimo manejo de la política energética y la injusticia cometida en contra de los trabajadores del SME, ha sido el propio tiempo, mismo que se ha encargado de acomodar las cosas en su dimensión exacta. Labor que no pudieron cumplir los ministros de la Corte, que son pésimos abogados y malos funcionarios.
Ahora les queda en claro a los recién desempacados funcionarios de la CFE que la inexistente “Empresa de Clase Mundial”, está en la peor de las ruinas y podrán entender el por qué lejos de mejorarse el servicio en la zona centro del país con la extinción de Luz y Fuerza se terminó creando un problema mayúsculo.
Por eso, en la mesa de negociaciones de Gobernación la comisión intersecretarial hará bien en escuchar las propuestas del SME que además de finiquitar un conflicto social heredado por el anterior gobierno, contribuirán a devolverle a más de seis millones de usuarios un servicio eléctrico de calidad y con tarifas justas. El mejor juez es el tiempo, que ahora nos da la razón.
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