Por : Guadalupe Galvez
2013-03-04
En Puebla al menos 424 mil 518 personas económicamente activas no pueden adquirir la canasta alimentaria básica con el ingreso que reciben por su salario, lo anterior debido a un incremento de 16.42 por ciento en la pérdida del poder adquisitivo durante los últimos seis años.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), al finalizar febrero del año en curso, difundió la actualización de los valores del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) 2013.
El Índice ITLP se creó para conocer cada trimestre la tendencia del poder adquisitivo del ingreso laboral a nivel nacional y para cada una de las 32 entidades federativas tomando en cuenta información es la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que genera el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).
Con los datos anteriores se puede saber cómo las personas que trabajan, pese a tener un ingreso, no tienen el dinero suficiente para salir de la pobreza debido a una combinación negativa entre incremento mínimo al salario y mayor aumento en la inflación y los precios de los productos de la canasta básica.
Tan solo en 2012, durante los cuatro trimestres evaluados, Puebla acumuló un aumento de 5.4 por ciento en la tendencia de pérdida del poder adquisitivo, mientras en el periodo de enero a marzo el índice fue de 1.0784 para el periodo de octubre a diciembre se llegó a 1.1370.
La entidad, en la actualidad, se ubica como la número 22 del país en éste índice. La menor pérdida de poder adquisitivo en diciembre de 2012 lo tuvieron los estados de: Campeche, Chiapas y Durango, con 0.9519, 1.0079 y 1.0167, respectivamente.
En contraste, los estados que al cierre del año pasado presentaron la mayor tendencia de empobrecimiento de la clase trabajadora fueron: Nuevo León, Baja California, Distrito Federal, con 2.0997, 1.9563 y 1.6232, respectivamente.
El promedio nacional que maneja el Coneval para el ITLP es de 1.2423, menor al que tiene Puebla. Para zonas urbanas se establece que el promedio es de 1.3468 mientras que en las áreas rurales llegó a ser de 1.0378 al cierre del año pasado.
Ajuste de 7.3% a línea
de bienestar mínimo
Además del Índice de Tendencia laboral de la Pobreza (ITLP), el Coneval difundió la actualización a la línea de Bienestar y Canasta Básica, donde se refleja un ajuste de 7,31 por ciento en el gasto que una persona debe hacer para garantizar la compra únicamente de alimentos en el ámbito rural y de 7.54 por ciento para las zonas urbanas.
Es decir, que según los datos del Banco de México (Banxico), una persona que vive y trabaja en el campo puede comprar solo alimentos si se garantiza un ingreso–gasto diario de 27.48 pesos. Con este monto la persona/trabajador se ubica en la “Línea de Bienestar Mínimo” con la que puede adquirir la canasta alimentaria pero no puede cubrir otros conceptos o necesidades como ropa o transporte.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social explica que la medición de pobreza utiliza dos líneas de ingreso: la línea de bienestar mínimo, que equivale al valor de la canasta alimentaria por persona al mes; y la línea de bienestar, que equivale al valor total de la canasta alimentaria y de la canasta no alimentaria por persona al mes.
Así pues, se establece que para enero de 2013 el valor de la canasta alimentaria en la zona rural es de 824.56 pesos, mientras que en las ciudades es de mil 161.37 pesos al mes; en tanto la línea de bienestar (que incluye el costo de canasta alimentaria y no alimentaria) para zona rural es de mil 535 pesos mientras en las urbes de 2 mil 397.84 pesos.
El Banco Nacional de México (Banxico) dice que la canasta básica alimentaria está conformada de los siguientes productos: arroz, carnes de res y ternera, carne de pollo, pescados frescos, leche, queso, huevos, aceite, tubérculos, verduras, leguminosas, fruta, azúcar, alimentos preparados para consumir en casa y bebidas no alcohólicas.
Vale la pena mencionar que el frijol y el maíz dejaron de estar dentro de la canasta básica debido al alto costo que ya representa para su compra; a este panorama de alzas se suma el del precio del huevo. Por lo anterior se calcula que el costo de la misma creció durante 2012 en 28 por ciento.
El huevo es el alimento que muestra el mayor encarecimiento al aumentar el precio en 151 por ciento; mientras en enero de 2011 se ofrecía en 14.55 pesos la charola de 12 piezas, para diciembre de 2012 este producto se adquiere en los supermercados con un costo de hasta 36.60 pesos.
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