Viernes 08 de marzo de 2013
Nurit Martínez Carballo
En los últimos cinco años la Secretaría de Educación Pública (SEP) consintió al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que lideraba Elba Esther Gordillo Morales: le entregó mil 180 millones de pesos a la dirigencia, como “apoyos y aportaciones” por “única vez” para el pago de uno de sus congresos sindicales, campañas de comunicación sobre la Alianza por la Calidad de la Educación, y hasta para fomentar la cultura y los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución.
Los recursos —que son independientes al dinero de las cuotas que entrega el gobierno federal al gremio— los recibieron los entonces secretarios generales del SNTE, Rafael Ochoa Guzmán y Juan Díaz de la Torre, además del titular del Colegiado de Administración y Finanzas de la organización, Francisco Arriola Urbina, ex esposo de Gordillo Morales.
A través de 10 recibos emitidos entre los años 2007 y 2012 a nombre del SNTE, los tres dirigentes firmaron la documentación que acreditó la transferencia a la cuenta de Banamex 002180012841533477.
Hasta ahora se desconoce sí esta cuenta es una de las que están bajo investigación por la Procuraduría General de la República (PGR), como parte de las pesquisas en torno a la red de lavado de dinero que llevó a prisión a la ex lideresa magisterial.
La existencia de esta cuenta y los bonos que se depositaron en ella, se revelan en un documento que elaboró la SEP como parte del cierre de la gestión del ex presidente Felipe Calderón, una memoria documental titulada Apoyos y aportaciones al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, donde se hace un recuento de los recursos presupuestales entregados a la dirigencia del magisterio para financiar actividades de interés para esa organización.
Beneficios al magisterio
A lo largo de 79 cuartillas personal de la secretaría hace un recuento de los recursos que se entregaron directamente a la dirigencia sindical como “apoyos financieros para la realización de eventos, acciones de difusión y fortalecimiento de beneficios y prestaciones para el magisterio”.
La dependencia advierte que el presupuesto asignado se autorizó en el marco de la negociación salarial anual, concretamente a través del Pliego General de Demandas.
Diversos oficios de la SEP, en particular en los dos últimos años, muestran que a través de la Oficialía Mayor se debió solicitar una ampliación presupuestal para atender la petición sindical.
Con el número 224-1/001324/2010 el director general de Personal de la Secretaría, Edgar Ibarra Morales, solicitó al director general de Administración Presupuestal y Recursos Financieros, Ricardo Miranda Burgos, una ampliación presupuestal para cubrir la demanda del SNTE.
El oficio indica: “le solicito gire sus apreciables instrucciones a fin de que se gestione ante las instancias correspondientes una ampliación líquida por $300,000,000.00 (trescientos millones de pesos), dichos recursos deberán abonarse en la clave presupuestal 11 711 119 2 0 09 00 002 M001 1507 1 1”. Era julio de 2010.
De cada una de las negociaciones anuales, la SEP presenta los oficios de respuesta al pliego sindical; pero en el recuento se excluyen los recursos aprobados como incrementos salariales, premios y bonos otorgados a un millón y medio de maestros.
La documentación acredita exclusivamente las gestiones adicionales para cubrir esos “compromisos” con la dirigencia del SNTE que encabezaba Gordillo Morales.
Los 10 recibos firmados por los dirigentes del SNTE sólo fueron condicionados a entregar documentación comprobatoria de gastos, que no se incluyen en el reporte; pero de total, hasta ahora dos de ellos fueron sometidos a investigación por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Los convenios
Sin precisar la razón se informa de las asignaciones entre el 2007 al 2012, salvo en el año 2008.
El primer “convenio” plasmado en la negociación salarial lo firmaron Josefina Vázquez Mota, entonces titular de la SEP; el oficial mayor Julio Castellanos y Rafael Ochoa Guzmán. Los 80 millones de pesos que recibió Rafael Ochoa el 30 de abril de 2007, fueron para que el SNTE organizara su IV Congreso Nacional de Educación, refiere uno de los documentos.
El segundo monto es de 200 millones de pesos, que se entregaron el 10 de agosto de 2009 a través de dos recibos que firman Ochoa Guzmán y Francisco Arriola Urbina en su calidad de miembro del Colegiado Nacional de Administración y Finanzas de la organización.
El 4 de junio de 2010, se firma un nuevo “convenio” en el que se pacta entregar 150 millones de pesos al SNTE para las festividades de la Independencia y la Revolución.
El 29 de noviembre del mismo año Ochoa Guzmán y Arriola Urbina firmaron otro recibo por 150 millones de pesos. El oficio 431/2011 también asigna una “aportación por única vez” por 200 millones de pesos.
Otros dos montos fueron autorizados después. Hay un recibo por 150 millones de pesos para continuar con la difusión de la ACE y el último, firmado el 14 de mayo de 2012 pero que ingresó a las arcas del SNTE en dos exhibiciones por 250 millones de pesos, también para cultura, capacitación y actualización docente.
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