domingo, 18 de diciembre de 2011

CFE ¿Empresa de clase mundial?


17 diciembre 2011 | Esteban Martínez Díaz | Presencia en puebla
Yo no sé quién fue ese barbero o idiota rematado, que calificó a la Comisión Federal de Electricidad como “empresa de clase mundial”, cuando precisamente anda dando tumbos en su administración, pretendiendo tapar el sol con un dedo con la presunción de que su eficiencia es muy alta, lo que puede verse en sus ingresos por consumos y en los premios que otorga a sus funcionarios, como el recién jubilado director general de esta paraestatal.
Ya es del conocimiento público que las facturas o cobros de la CFE son altísimos y sus empleados están instruidos para no atender las reclamaciones de los usuarios, cuyo importe supera dos o tres veces el salario mínimo, ingreso que no es suficiente para sustentar a una familia, aún cuando el protegido del gobierno, Ernesto Cordero, señala que con seis mil pesos puede vivir holgadamente una familia de siete miembros, además de hacer sus estudios en escuelas privadas sin problemas económicos, alimentarse de primera, tener una vivienda propia, estudios universitarios, ropa, automóvil.
En fin, se puede vivir como príncipe, según el criterio de los precandidatos del PAN, Cordero, Chepina y Creel, que entre paréntesis andan a la greña, por la señalada preferencia de su jefe, quien advierte, divertido, que los tres juntos no podrán con el PRI ni con el PRD, ya las consultas así lo indican y la triada del señor presidente no levanta ni lanzándola de Cabo Cañaveral.

Nos gustaría saber cuál fue el premio que se le otorgó a Alfredo Elías Ayub como ingeniero del año del 2011 y quiénes se abrogaron esa facultad para hacerlo. Desde luego que no fueron los trabajadores, mucho menos los consumidores, que han visto mermada su economía en los últimos años de la dirección de este profesional de la política que pasó toda su vida en puestos públicos y a quien se le atribuye haber recogido los pedazos de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, después de la extinción de esta empresa, decretada por el presidente Calderón.

No se puede decir que fue todo un éxito esa medida, y que las miles de demandas interpuestas por los trabajadores despedidos, por la violación flagrante de la Ley Federal del Trabajo, que ahora quiere desaparecer prácticamente el todavía Secretario del Trabajo y próximo Senador de la República, Javier Lozano, cuya postulación determinará la escasez de buenos elementos en el blanquiazul. Y en ese apartado dormitorio de seis años, todos los funcionarios del régimen de Calderón, como si fuera el final de una carrera, están pretendiendo pasar los últimos días de su inútil vida política.

Pues bien, el asunto es que iba detrás de los huesos de la CFE y de su negativa función de proporcionar energía a los ciudadanos consumidores. Todo está punto de explotar con las fallas de esta empresa de clase mundial, cuya contribución a la pobreza es muy alta en porcentaje dentro de los 50 millones de indigentes que ha producido nuestro país, es decir, sus gobernantes, donde destaca el PAN que anda rodando por la calle de la amargura ante la percepción que son los culpables de lo que está pasando por la mala elección de sus candidatos, hoy convertidos en funcionarios estelares de la ignominia, la injusticia y la explotación de los usuarios que están a punto de estallar mediante una huelga de pagos obligada, ya que no pueden cubrir el importe de los recibos inflados que les presenta la CFE…

Y en el ejemplo de esta forma inmoral en que procede la CFE, podemos presentar el de este servidor con domicilio en Zaragoza 134 Norte en Empalme.

El 12 de noviembre hicieron un ajuste del cobro, bajándolo de mil 600 pesos a 650, que fue liquidado ante el enfado de tener que ir a reclamar hasta Guaymas, por lo que es cierto que el teléfono 071 es un instrumento que los empleados utilizan para burlarse de los consumidores, con el argumento grosero e intolerante de que se paga en el término o se corta la energía eléctrica.

Hoy, 14 de diciembre del 2011, nuevamente la empresa de categoría mundial ha presentado un requerimiento de pago por mil 400 pesos, y la contestación de los empleados y funcionarios de la paraestatal, que tienen luz gratis y se la pasan chiflando la Valentina durante los tórridos veranos de mi tierra, es de que pagas o pagas. No hay de otra y la que había se acabó.

Estaré en Sonora en unos días más y he aconsejado a mis familiares que no hagan el pago. Que esperen mi arribo a Empalme, para presentar la demanda correspondiente por cobro indebido e injusto, esperando juntar un buen número de reclamantes que tienen disgusto y coraje por estas exacciones, que apuntan ser superiores a las alcabalas con que cargan a los usuarios con la tarifa de verano.

El personal que atiende las reclamaciones en Guaymas, empleadillos nada más, se toman atribuciones que no les corresponden. Tratan a los clientes de la CFE con la punta del pie, que tienen que someterse al no contar el respaldo de las autoridades estatales y municipales, haciendo caso omiso a las quejas de la mayoría de los usuarios.

Y no sabemos todavía cuál es la razón para que se haya cancelado la oficinas de la CFE en Empalme, asignando un teléfono que no sirve para nada y que fomenta la desatención ciudadana, en donde hay una clientela de más de 70 mil habitantes, que no merece ser menospreciada. Pero seguiremos mañana…

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