Elecciones en las secretarías General y del Interior
El pasado lunes 27 de junio concluyeron las elecciones internas en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), para elegir las 26 carteras correspondientes a la Secretaría General (periodo 2011-2013) y a la Secretaría del Interior (periodo 2010-2012).
Más de 25 mil electricistas, en resistencia y jubilados, demostraron nuevamente en un marco de democracia y transparencia electoral, que el SME está más vivo y actuante que nunca. En el proceso estuvieron presentes observadores nacionales y extranjeros lo mismo que un notario que atestiguó desde la apertura de las casillas, hasta el cierre de las mismas, para dar fe pública que la jornada transcurrió en paz y sin incidentes.
Más de 25 mil electricistas, en resistencia y jubilados, demostraron nuevamente en un marco de democracia y transparencia electoral, que el SME está más vivo y actuante que nunca. En el proceso estuvieron presentes observadores nacionales y extranjeros lo mismo que un notario que atestiguó desde la apertura de las casillas, hasta el cierre de las mismas, para dar fe pública que la jornada transcurrió en paz y sin incidentes.
Como siempre, se invitó a que quienes desearan participar lo hicieran en apego a nuestros estatutos, y como ha sido ya costumbre, no faltaron las minorías que lejos de participar de cara a nuestra organización, desde el exterior y alimentadas con las migajas de la dádiva oficial, intentaron desacreditar el proceso. Pero una vez más fallaron en su papel de títeres. La decisión libre y democrática de los electricistas en resistencia y jubilados, que se han mantenido de pie desde hace 18 meses, dejó constancia de que la fuerza de nuestra unidad es inquebrantable, que no claudica ni lo hará en lo absoluto por mantenerse en la lucha para recuperar nuestra fuente de empleo.
El resultado de nuestra elección resulta una mala noticia para quienes desde el poder han intentado todo por desaparecer a un sindicato con 96 años de historia, que se ha mantenido como una organización independiente con uno de los contratos colectivos ejemplares por sus conquistas alcanzadas a través de años de lucha a favor de sus agremiados.
Y así como los electricistas hemos demostrado una vez más nuestra madurez y vocación democrática para guiar nuestro proceso de elección de acuerdo a nuestros estatutos, esperamos de las autoridades el mismo respeto y apego a las leyes en la materia para validarlo.
Nuestra elección estuvo abierta y a la vista de todos, se invitó a los medios a estar presentes en el momento y hora que así lo desearan para que atestiguaran que nada teníamos que esconder, porque quienes acudieron a votar lo hicieron con plena consciencia y amor a su sindicato, con la convicción de que la lucha aún no termina y que necesitamos tener el reconocimiento legal para pelear por nuestros derechos.
Por eso, quiero comentar lo dicho ante los medios por la observadora extranjera Lorraine Clewer, del Centro de Solidaridad de la AFL-CIO, quien expresó su reconocimiento a la transparencia de nuestra elección y reconoció que en México, hay pocos, contados sindicatos como el SME, donde de manera libre, democrática y secreta, sus agremiados eligen a sus líderes. Ella, como otros tantos observadores, platicaron con nuestros compañeros que acudieron a votar, y supervisaron el proceso en el momento que así lo solicitaron.
Son ellos los ojos del mundo que presenciaron la democracia de carne y hueso del SME, son ellos los que dirán a la comunidad internacional y a la opinión pública nacional que nuestra elección es válida y cuenta con el aval moral de organizaciones como la UAW, que agrupa a más de doce millones de trabajadores de distintas ramas en los Estados Unidos. Su representante, Esperanza Plascencia, fue también observadora en nuestro pasado proceso interno.
Una vez más, el SME reafirmó su histórica democracia, su fuerza y su unidad internas con las que habremos de acudir al Congreso a exigirle a los diputados de la Comisión de Energía, la creación de una nueva empresa. Más de 25 mil voces nos haremos escuchar, junto con nuestras familias, en el justo reclamo por recuperar nuestro empleo.
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