Si la CFE genera y distribuye electricidad para el progreso de México, como es su lema, resulta absurdo que en la circunstancia que fuere, se le corte la electricidad a escuelas u hospitales.
En Tecuala, Nayarit, la Comisión Federal de Electricidad cortó el servicio de energía eléctrica a dos escuelas primarias, por adeudos vencidos. Es una situación esencialmente absurda porque en Nayarit, en las centrales hidroeléctricas de Aguamilpa y El Cajón se genera el 4.2% de la electricidad producida a escala nacional, sin que esta entidad reciba beneficio alguno por este concepto. Inclusive en un plazo de un año entrará en operación otra central hidroeléctrica, La Yesca, con lo que la aportación de Nayarit al sistema eléctrico nacional se incrementará por encima del 5% del total.
En el caso de la CFE en Nayarit, como en todo México, debe buscarse un nuevo trato hacia el estado, que conduzca a términos justos de relación entre el gobierno en sus tres niveles y hacia la sociedad civil.
Irracionalidades y propuestas:
1. En ningún caso, la CFE debiera estar en capacidad para cortarle la energía eléctrica a hospitales, ni escuelas públicos, porque enfermos y alumnos son los menos responsables y en cambio son afectados directamente por el no-pago, además de que eso va en contra del progreso de México, lema que maneja la empresa. Debe legislarse a escala federal, para que ese absurdo desaparezca.
2. La CFE aprovecha los recursos naturales de los mexicanos, petróleo y agua, para generar electricidad, luego hace aparecer (en sus recibos o facturas) que nos “subsidia” (¡!), presume que es de “clase mundial” y ser altamente eficaz para cortes indiscriminados.
3. La reforma hacendaria, que urge en México, debe contemplar la simplificación de los subsidios que el gobierno debe realizar, como en el caso de la energía eléctrica, y así evitar los absurdos esquemas que merman el carácter público que debe tener la educación, al menos en las escuelas públicas. La educación y la salud públicas deben tener energía eléctrica subsidiada, con base en los recursos energéticos que son de la nación y no de las empresas que son paraestatales (no-públicas).
4. Lo anterior permitiría eliminar el absurdo “esquema” de pagos del servicio de energía eléctrica en las escuelas de educación pública en las cuales se necesita que la “tiendita” genere recursos económicos para ayudar a pagar la energía eléctrica, no importando que tenga que vender alimentos “chatarra”, porque es otra forma de que paguen los padres de los alumnos, afectando además su salud.
5. En el caso de Nayarit, la CFE utiliza el valiosísimo recurso del agua del Río Santiago, en dos presas (Aguamilpa y El Cajón) y muy próximamente en La Yesca, afectando la cuenca, sobre todo en su desembocadura en la costa nayarita, sin darle nada a cambio. Los poderes ejecutivo y legislativo de Nayarit deben unirse para exigir a los poderes ejecutivo y legislativo federal, a efecto de que se le retribuya al estado por la energía eléctrica que se generan con sus recursos naturales, sin recibir a cambio más que malos tratos.
Si solamente se le cobrara a la CFE el 25% del precio al que ellos venden, por la energía que se genera en las hidroeléctricas de Nayarit, tendrían que entregarle al Estado la nada despreciable cantidad de 3 mil millones de pesos; o incluso cobrarle solamente ese mismo 25% de sus costos de explotación correspondería a Nayarit 2,371 millones de pesos, que mucho le hacen falta para resolver su grave crisis financiera.
Hay que devolverle la “cortesía” a la CFE.
(El autor de este artículo, Raúl Pérez González, es economista y académico de la UAN)
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