domingo, 12 de febrero de 2012

Pende de un hilo energía del AICM


Admiten funcionarios desorden en sistema eléctrico
Advierten peligros para la operación del aeropuerto por caos en cableado
12 febrero 2012 | Henia Prado | Reforma
El desorden en el sistema eléctrico de iluminación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) es tan grave que altos funcionarios desconocen los cables de sus propias instalaciones eléctricas.
Encargados del sistema de iluminación y tendido eléctrico del AICM y de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), quienes aceptaron hablar con REFORMA bajo condición de anonimato, aseguraron que, debido a esta situación, están incapacitados de tomar medidas efectivas de prevención y reacción ante un apagón derivado de un cortocircuito, una sobrecarga o un ataque.
Los funcionarios revelaron que no existen mapas fidedignos de las instalaciones eléctricas que han ido modificándose con las labores de ampliación de la Terminal 1 (2003) y la creación de la Terminal 2 (2007).

A esto también contribuye la instalación o desaparición de edificaciones de diferentes dependencias y empresas privadas y calles de rodaje a lo largo del último medio siglo.

“Muchos planos se perdieron en el tiempo. Llegaba una administración, ejecutaba un proyecto y tenía sus planos, pero luego esa administración era relevada y los planos desaparecían o se los robaban. No quedó nada”, comentó en entrevista un especialista de la DGAC.

“Cuando se hizo la ampliación de la Terminal 1, encontramos instalaciones donde no tenían que estar. Según los planos, allí no había nada, y metíamos maquinaria, pero nos llevábamos (con retroexcavadoras) los cables eléctricos cuando se supone que no estaban”, puntualizó un alto funcionario del aeropuerto.

Incluso, agregó el responsable, actualmente los ingenieros que participan en diferentes obras trabajan como “detectives” adivinando y esquivando las líneas del cableado.

“En las excavaciones, nos topamos con cables que no sabemos ni de quién son. Preguntamos, y nadie se hace responsable. Hay unos que están al ras de la superficie o cubiertos con una ligera capa de tierra. Todo eso es muy peligroso”, señaló el especialista de la DGAC.

Otro problema es que los funcionarios del AICM desconocen la capacidad de las plantas eléctricas con las que cuentan instituciones y aerolíneas que bordean las 642 hectáreas del área de movimiento y maniobras.

Por esto, en caso de emergencia, el Cuerpo de Rescate y Extinción de Incendios no sabrá con exactitud cómo reaccionar.

De hecho, el 28 de septiembre de 2011, el AICM sufrió un apagón que afectó 289 vuelos y a unos 18 mil pasajeros.

Fuente: Reforma

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