jueves, 30 de enero de 2014

Puebla. Exhibe el dirigente del PT ser un morenovallista converso

 30/01/2014 
Fermín Alejandro García
Un grupo de tres periodistas hace unos días acudió a un restaurante de comida yucateca para conversar con el dirigente de un partido político en el estado, y apenas llevaban unos minutos de plática y no daban crédito a la larga serie de comentarios aduladores que hacía del gobernador Rafael Moreno Valle, a quien calificó de excelente estratega, de ser un personaje de una elevada inteligencia y de ser un hombre “maquiavélico”, con un gran futuro por delante. Fue tanta la lisonjería que en menos de una hora los comunicadores consumieron sus platillos y se marcharon.
Uno podría suponer que esa plática se produjo con un dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), el partido en el que milita el gobernador; o con algún líder del Partido Nueva Alianza (Panal) o el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que son fuerzas aliadas del mandatario; incluso que pudiera ser de las agrupaciones emergentes, como el Partido Compromiso por Puebla o el de Pacto de Integración Social, que también se han alineado con el morenovallismo. La sorpresa es que el dirigente no es parte de ninguna de estas organizaciones.

El político que se reunió con los periodistas y no oculta ahora ser un morenovallista confeso es Mariano Hernández Reyes, el dirigente estatal del Partido del Trabajo (PT), quien en todas sus conversaciones con miembros de su partido o personas ajenas a esta agrupación, no deja de hacer gala de su admiración hacia el jefe del Poder Ejecutivo.
Luego del PAN y el PRI, el PT fue la fuerza política que obtuvo el mejor resultado en la pasada contienda electoral local, al salir triunfante en más de 20 municipios del estado, incluyendo San Martín Texmelucan.
En mucho ese resultado se debe a que el PT es el partido que más se ha beneficiado por la imagen de Andrés Manuel López Obrador, pues fue la agrupación que más desplegó propaganda con la imagen del tabasqueño en la contienda presidencial de 2012 y en Puebla postuló al ex gobernador Manuel Bartlett Díaz como aspirante al Senado.
Por eso en muchas colonias populares y sub urbanas de la capital del estado, así como en docenas de municipios del interior del estado, muchos electores siguen viendo al PT como un partido de oposición a los gobiernos del PRI y el PAN, y en particular de Rafael Moreno Valle Rosas, quien siempre ha sido blanco de las críticas puntuales de Andrés Manuel López Obrador y Manuel Bartlett Díaz.
Sin embargo, eso no es así; en realidad algunos dirigentes del PT, como Mariano Hernández, han lucrado con esa falsa idea de que el partido es de oposición, cuando en realidad está entregado a los intereses del gobierno del estado.
Por esa razón el PT se prestó en el pasado proceso electoral local a postular a Miguel Ángel Caballos López como candidato a alcalde de Puebla, en una estrategia que originalmente tenía el propósito de quitarle votos al PRI, pero al final resultó tan fallida que el entonces aspirante en cuestión acabó renegando de los dirigentes petistas.
Quienes han escuchado a Mariano Hernández relatan que el dirigente siempre pondera que es amigo de Rafael Moreno Valle Rosas, desde que ambos en 2004 fueron parte de la misma legislatura local.
Presume que él fue quien ha reunido en varias ocaciones al jefe del Poder Ejecutivo con el dirigente nacional del PT, Alfonso Anaya, y que han llegado a importantes acuerdos en beneficios de ambas partes.
No duda en calificar al gobernador como un hombre de inteligencia “superior”, de ser “maquiavélico”, de ser un estratega con mucho visión que le permitirá llegar a ser candidato presidencial en 2018 y que está llevando al estado por derroteros que no habían alcanzado otros mandatarios.
Lo que más sorprende, cuentan algunos testigos, es que Mariano Hernández nunca para de hablar del gobernador.
Sin duda no se cuestiona la admiración de este personaje por Rafael Moreno Valle Rosas, pues tiene toda la libertad de hablar bien de quien considera un buen gobernante o político. Son ideas respetables.
Lo que resulta ominoso es que lo haga a nombre del Partido del Trabajo, un partido que nació bajo la tutela del salinismo, pero que con el paso de los años parecía que se había transformado en una auténtica opción política frente a la derechización provocada por el PAN y el PRI, así como la pérdida de rumbo del PRD o la mediocridad del Partido Movimiento Ciudadano.
El apoyo que ha dado a Andrés Manuel López Obrador y la lucha contra las reformas conservadoras de la derecha, hacía suponer que el PT se había reformado y caminaba por el sendero de la defensa de la soberanía y los postulados de izquierda.
Al final el PT ha quedado exhibido, con personajes como Mariano Hernández, que es una franquicia que le apuesta a engañar a la gente con falsas posturas de fuerza opositora. Eso se llama la perversión de la política.

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