Los sindicatos que convocaron al paro esperan paralizar al país; el impacto se sentirá en horas pico.
Dpa y Reuters Publicado: 28/09/2010 18:23
La jornada
Madrid. En España comenzó hoy una huelga general de 24 horas, convocada por los principales sindicatos del país para protestar en contra de la polémica reforma laboral y las medidas de austeridad adoptadas por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Aunque el paro comenzó en los turnos nocturnos, su verdadero impacto se sentirá a lo largo del día y en particular durante las horas pico en las grandes ciudades.
Los sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), esperan paralizar el país, si bien pactaron con el gobierno los servicios mínimos en el transporte que deben ser garantizados a los ciudadanos.
Así, durante la jornada de huelga operarán el diez por ciento de los vuelos nacionales -el 50 por ciento en el caso de las conexiones entre la península y las islas Canarias y Baleares-, 20 por ciento de los vuelos europeos y 40 por ciento de los demás vuelos internacionales.
Además, circularán una cuarta parte de los trenes de cercanías (30 por ciento en la hora pico entre las seis y las nueve de la mañana) y una quinta parte de los trenes de alta velocidad (AVE).
Asimismo, operarán, como mínimo, el diez por ciento de los autobuses y habrá también servicios mínimos en las conexiones marítimas entre la península y las islas Canarias y Baleares, así como entre la península y los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, en el norte de África.
Los sindicatos endurecieron sus críticas al gobierno al advertir que este paro de 24 horas no supondrá el final de las movilizaciones en contra de la política económica del Ejecutivo.
"La jornada de paro no será la estación término de nada", manifestó el secretario general del CCOO, Ignacio Fernández Toxo, en un acto celebrado en la Universidad Complutense de Madrid.
En este sentido, afirmó que la alternativa al actual gobierno socialista "puede ser otro gobierno socialista", al tiempo que exhortó a Zapatero a que "mire a la izquierda" a la hora de pactar sus reformas en el Congreso de los Diputados.
También el líder de la UGT, Cándido Méndez, endureció su discurso, al reclamar a Zapatero un cambio de rumbo. "A nosotros no nos van a amedrentar ni a distraer", señaló en el mismo acto, para agregar que la huelga es un ejercicio democrático fundamental para ganar el futuro "o al menos para que el futuro no sea peor que el presente".
"Esta huelga la vamos a ganar limpiamente. Y no olvidéis algo, este presidente del gobierno es experto en rectificar", añadió.
Ambos líderes sindicales arremetieron, además, contra el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, quien había alertado del peligro de que los “piquetes” informativos de los sindicatos se conviertan en coactivos, para lograr a la fuerza un seguimiento masivo del paro.
Fernández Toxo defendió los “piquetes” informativos porque tienen "su función" y señaló que cumplirán con ella, frente al "piquete del miedo" de empresarios "sin escrúpulos" como Díaz Ferrán, que en sus palabras no tienen reparos en cerrar empresas, despedir a los trabajadores y poner a salvo sus inmensas fortunas.
Méndez afirmó que los sindicatos acatarán los servicios mínimos en el transporte pactados para la jornada de la huelga con el gobierno central, pero advirtió que si se produce algún tipo de incidentes no será responsabilidad suya sino de "los que pretenden cercenar el derecho a la huelga imponiendo servicios mínimos abusivos".
Con ello se refirió por ejemplo a la Comunidad de Madrid, donde el Ejecutivo regional de la conservadora Esperanza Aguirre impuso unos servicios mínimos de hasta 50 por ciento. La rama madrileña de UGT, precisamente, anunció que no piensa cumplirlos.
Por su parte, el gobierno expresó su respeto tanto al derecho a la huelga como al que tienen los ciudadanos a acudir el miércoles a sus centros de trabajo, y aseguró que no entrará en una guerra de cifras con los sindicatos sobre el seguimiento del paro.
Desde el Palacio de la Moncloa, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, encabezarán la comisión del gobierno que seguirá el desarrollo de la protesta.
Con esta huelga general, la primera en contra del gobierno de Zapatero, los sindicatos quieren protestar por la reforma laboral y los recortes salariales para los funcionarios aprobados por el Ejecutivo a raíz de la grave crisis económica que atraviesa el país.
España no vivía una huelga general desde el 20 de junio de 2002, cuando estaba en el poder el conservador Partido Popular (PP) del entonces jefe de gobierno José María Aznar.
