sábado, 5 de abril de 2014

Se queja por mal servicio de domiciliación

Hace 12 años Banca Serfín me sugirió que domiciliara el recibo de la luz para encargarse de pagarlo. Acepté por mis frecuentes viajes al extranjero. A partir de este momento usted se olvida del asunto, dijo el encargado en turno. Salí de viaje y al regreso noté en mi casa una peste insoportable: habían cortado la luz y todo en mi refrigerador estaba podrido.
Fui al banco a exigir que dieran de baja la famosa domiciliación y, una vez logrado –por esas cosas de la vida–, preferí olvidar el atropello.
Hace un par de meses en Santander Serfín me propusieron la misma operación y dije que, dada su absoluta ineptitud, la respuesta era no. El 13 de noviembre fui a un cajero de CFE y no pude pagar el recibo. Fui a otro y pasó lo mismo. Llamé a quejas y una mujer sentenció que no podía liquidar porque mi recibo estaba domiciliado e iban a descontarme de la tarjeta.
El día 15 me cortaron la luz y me mandaron al infierno que supone tratar con los empleados de Santander Serfín y, peor, con los sádicos irresponsables de la CFE. Ahora tendré que dedicarme a demandarlos en la Profeco y en la Condusef. (Carta resumida.)
Federico Arana
correo ilustrado la jornada

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