domingo, 7 de noviembre de 2010

PROYECTOS ESTRATÉGICOS: EL SANEAMIENTO Y DESARROLLO TURÍSTICO DE LA CUENCA DE NECAXA I


Una de las acciones  estratégicas del nuevo gobierno se refiere al Proyecto Turístico de Necaxa, para lo cual en principio se negocian en la Cámara de Diputados 300 millones de pesos de presupuesto en el 2011. El proyecto adquiere trascendencia por el imperativo de impulsar el crecimiento y el empleo en la Sierra Norte, pero también porque existe una herida abierta en esa parte de Puebla, a propósito del cierre de Cía. de Luz y Fuerza del Centro, que ha dejado a miles de familias poblanas en el desamparo.

Hace bien Rafael Moreno Valle en deslindarse de las actitudes insensibles de la tecnocracia que suman y suman conflictos ante la ausencia de estrategias de conducción política y social y, sobre todo, de incapacidad para entender y atender a amplios  sectores sociales sumidos en la desesperanza. Conviene tener presente que el sistema hidrológico de Necaxa tiene en su haber no sólo la presa de Necaxa, sino cuatro vasos más: Tenango y Nexapa, ubicados en el municipio de Huauchinango; Umiltemetl (también llamada Los Reyes) entre Acaxochitlan Hidalgo y Naupan Puebla.
La Cuenca Hidrográfica del río Necaxa fue considerada, a principios del siglo XX, como una región que contribuía plenamente  al funcionamiento del sector productivo del país principalmente en la producción y generación de luz eléctrica para la ciudad de México y otras grandes poblaciones. No es extraño, entonces, que la presa principal –Necaxa- y las instalaciones aparezcan en el escudo de Puebla, aunque muchos han llegado a pensar que se trata de Valsequillo.
El 20 de octubre de 1938, considerando los estudios efectuados por el Servicio Forestal en la región de Necaxa, se llegó a la determinación de establecer una Zona Protectora de la Cuenca Hidrográfica del Río Necaxa como una acción preventiva.
Sin embargo, al paso de los años y con el desmedido crecimiento poblacional, la hidrografía y las reservas forestales fueron afectadas por el daño causado a los recursos hídricos, los suelos, las reservas forestales, la flora y la fauna.
Más recientemente, en la primera semana de octubre de 1999, la depresión tropical número 11 provocó un desastre generalizado en la Sierra Norte y mostró los graves problemas de erosión a lo largo de la geografía de la región, a la vez que exhibió la vulnerabilidad de las presas y, en general, de la cuenca en su conjunto. Las cámaras de diputados local y federal tomaron decisiones inmediatas.
En marzo de 2000, el Sindicato Mexicano de Electricistas, a propuesta de su división Necaxa, incluyó en la revisión de su contrato colectivo la obligatoriedad de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro de realizar un estudio sobre la contaminación de los vasos que alimentan la planta.
El 3 de mayo de ese año, representantes de los gobiernos federal, estatal y de los municipios suscribieron una carta de intención para unir esfuerzos sobre el tema que nos ocupa. Se integró un fondo de inversión y se invitó al Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a realizar un diagnóstico integral de las condiciones ambientales.
El 9 de mayo del 2001, el entonces  gobernador del estado Melquiades Morales Flores, el secretario de Energía, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el director general de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, el director general de la Comisión Nacional del Agua y el director general de la Comisión Forestal, además de los presidentes municipales de Ahuazotepec, Juan Galindo, Xicotepec de Juárez, Chignahuapan, Zacatlán y Huauchinango, conocieron el diagnóstico del Instituto de Ingeniería y suscribieron las bases de coordinación para llevar a cabo la primera etapa del Programa de Saneamiento Integral de la Zona Hidrológica de Necaxa. En su dimensión ha sido éste un ejercicio ejemplar de federalismo actuante y de capacidad política para encontrar acuerdos en lo fundamental.
A encomienda de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, el estudio del Instituto de Investigaciones de Ingeniería de la UNAM destaco: La cuenca de Necaxa tiene en su entorno seis centros urbanos, con una población de 300 mil habitantes;22 por ciento del suelo es sobreexplotado o incompatible; 38 por ciento de la superficie tiene índices altos y muy altos de erosión; los niveles de deforestación indican que en los últimos 20 años se han perdido 6 mil 767 hectáreas; o sea, a una tasa de 10 por ciento, muy superior a la media nacional, que es de 2 por ciento; cerca de 13 mil hectáreas presentan riesgos geológicos; se generan 74 toneladas diarias de residuos sólidos, que se convertirán en 120 toneladas diarias en 2020. Los sistemas de recolección son insuficientes, se observa basura en cauces y barrancas y los tiraderos están a cielo abierto; la baja calidad del agua afecta la salud ambiental por la alta presencia de coniformes fecales, huevos de helminto y presencia de basura, además de la pérdida de capacidad en los vasos; el 23 de agosto de 2002, se realizó en el Salón Verde de la Cámara, el Foro sobre el Saneamiento Hidrológico de la Cuenca de Necaxa, al que concurren los sectores sociales y productivos de la región, así como los responsables directos de los tres órdenes de gobierno. La importancia del foro y la trascendencia de las recomendaciones propuestas al Ejecutivo federal provocaron un ligero aumento en la asignación presupuestal. Se logró la construcción del relleno sanitario de Huauchinango, que presta servicio a los municipios de Juan Galindo y Naupan, y se ampliaron los recursos para la reforestación. A su vez, el Ejecutivo federal ratificó, el 9 de septiembre de 2002, el decreto que declara la región zona protegida, lo que  desafortunadamente generó incertidumbre entre los ejidatarios forestales.