Lilia Arellano | EMET | Miercoles 29 de Febrero 2012
Con suficiente claridad se expresó el senador perredista Pablo Gómez al pedirle al presidente de la Cámara, José González Mofín, y al titular de Gobernación, Alejandro Poiré, que les señalaran si se trata de una orden el tener que avalar el acuerdo firmado con EU antes del 30 de abril con relación al petróleo y a la exploración del yacimiento del Golfo así como su explotación que tan irresponsablemente promovió Felipe Calderón. Y es que por fin en el Senado se recibió este acuerdo para su aprobación
cuando ya esta la han dado los de EU y el propio Barack Obama como un hecho. De este tamaño son las “puntadas” del michoacano que lo mismo empantana un proceso electoral que sin el menor rubor y saltándose a los otros Poderes adquiere compromisos, firma acuerdos, toma determinaciones sobre las cuales no tiene facultades.
cuando ya esta la han dado los de EU y el propio Barack Obama como un hecho. De este tamaño son las “puntadas” del michoacano que lo mismo empantana un proceso electoral que sin el menor rubor y saltándose a los otros Poderes adquiere compromisos, firma acuerdos, toma determinaciones sobre las cuales no tiene facultades.
La sola presentación de semejante acuerdo trajo aparejada la primera discusión. Poiré pidió en la carta enviada al Senado que se considere su revisión en el actual periodo de sesiones ordinarias, de ahí que Pablo Gómez señale que si es una orden que tenga que ser aprobado antes del 30 de abril. González Morfín, sabedor de que el asunto está agarrado con alfileres, de inmediato dobló las manos y sostuvo que hablará con el encargado de la política interna para aclarar este asunto que, de claro, por supuesto que no tiene una sola línea. Y este es solo el principio, ya que de entrada el perredista sostuvo que si se trata de una orden “ello no puede ser aceptado por este órgano legislativo”.
Las miradas están puestas en los Senadores y habrá que estar pendientes de que no se construyan más cortinas de humo que distraigan de ese tema y logren sacar adelante las aprobaciones en lo oscurito, fast track, en la medianoche, cuando nos cuenten que ya no se puede hacer nada y como siempre salgan unos cuantos a pretender lavar su nombre y las siglas de sus desgastados partidos políticos. Al turnarse a Comisiones una es la principal: Energía. Ahí se encuentra a la cabeza Francisco Labastida Ochoa quien se sabe que hará todo lo posible por opinar y dar la contra a lo que plantee Peña Nieto, su posición de enfrentamiento puede llegar a ese extremo ya que si revisamos la cantidad de contratos múltiples que se han aprobado y las formas en las que evadieron la ley para darle validez aún por encima de la propia Constitución estaremos más que ciertos de que al sinaloense lo que menos le interesa es el país.
El acuerdo consta de 26 paginas y establece que dentro de los 90 días siguientes a la entrada en vigor de éste ambos gobiernos se consultarán sobre las actividades de exploración y explotación emprendidas dentro de las 3 millas contiguas a las líneas de delimitación, la cual se refiere a las fronteras marítimas con el Golfo de México. También intervendrá la Comisión de Relaciones Exteriores que es otra que no ha dado muestras de estar del lado de una política que redunde en beneficios para la Nación, sino todo lo contrario. En ambas hay nombres y son pocos y se trata de los directamente responsables a los que fácilmente se les puede señalar si cometen la gran equivocación de “regalar” la fuente de ingresos más importante con la que cuenta México y de la cual se han servido todos los gobiernos, sin excepción, para hacer a sus funcionarios multimillonarios.
Ayer también anunciaron que Pemex empezará en abril trabajos en un pozo que bautizaron con el nombre de “Maximino” y que éstos serán a más de 3 mil metros de profundidad y a tan solo 30 kilómetros del límite fronterizo con EU. Y aquí surge otra interrogante: ¿de dónde sacaron el dinero para una inversión de tal envergadura si no han levantado ni una barda para delimitar el espacio en donde prometieron construir una refinería? ¿Es acaso esta otra cascada de anuncios para después sorprendernos con la solicitud de aprobación de un nuevo crédito millonario? ¿La urgencia también se debe a que necesitan más dinero para julio y de ahí lo de tener que sacarla los senadores en Abril, cuando empiecen los de “Maximino” y tal vez el crédito?
Porque resulta que por un lado nos hacen estos anuncios y presentan el Acuerdo y por el otro informan que el pasivo de Petróleos Mexicanos ya suma un billón 506 mil millones de pesos y que la pérdida que registraron el año pasado alcanzó los 91 mil millones de pesos. Para asegurar, como lo hizo, Ignacio Quezada, director corporativo de finanzas, que tienen una alta rentabilidad y que está muy lejano el momento de una eventual quiebra, tendría que dar a conocer el monto de los activos y la fórmula utilizada para el cálculo de las depreciaciones porque si algo hay viejo en la petrolera no son los trabajadores sino el equipo, las instalaciones.
Con el solo anuncio del Acuerdo y la forma en la que éste fue publicitado por el propio Obama, la petrolera española Repsol ya no le puso mala cara a Pemex y también ofreció una alianza hasta por 10 años para generar “beneficios a corto y mediano plazos y alcanzar sinergias positivas para ambas empresas”. Ahora que, ambos acuerdos sin duda tendrían el visto bueno de los ciudadanos y hasta se aplaudiría al gobierno si el dinero por la venta de hidrocarburos se empleara para el desarrollo del país en todos los sectores y niveles, pero nada de eso se ha visto con todo y que de impuestos el año pasado Pemex pagó 876 mil 15 millones 747 mil pesos que es un monto superior en un 34 por ciento a lo que pagó en el 2010.
Y, ¿dónde ha quedado todo ese dinero? Forma parte de los ingresos contemplados en la Ley aprobada por los diputados y que se gastan en el presupuesto de egresos que también ellos palomean y que, como ya lo ha informado puntillosamente la Auditoria Superior de la Federación, han sido utilizados como le ha pegado la gana al michoacano, despilfarrándolo, aplicándolo a los viajes, a los salarios, a los gastos de sus funcionarios, en inversiones balines y en los fideicomisos de los cuales nada se sabe, ni la propia ASF tiene el reporte de cuántos son en realidad y qué montos alcanzan y cual habrá de ser el destino final.
Así las cosas este puede ser otro principio de una gran tragedia nacional.
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