jueves, 29 de agosto de 2013

La CNTE declara ‘‘un triunfo’’ su marcha de ayer a Los Pinos

Asegura que movilizó a 50 mil mentores de 16 estados

Laura Poy, Karina Avilés y Arturo Jiménez 
Periódico La Jornada 
Jueves 29 de agosto de 2013, p. 5
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realizó ayer una de las más grandes protestas en su historia reciente. Procedentes de al menos 16 entidades del país, ‘‘50 mil maestros’’ salieron a las calles y caminaron desde la Alameda Central hasta Los Pinos para exigir la abrogación de la reforma educativa.

La oleada de docentes comenzó a avanzar minutos después de las 11 horas sobre avenida Reforma, a la altura del Metro Hidalgo, mientras que los últimos maestros, los de la región oaxaqueña de La Cañada, aún estaban varados en el Museo Nacional de Arte (Munal), en la calle Tacuba. La distancia en tiempo que separaba a los de la avanzada con los de retaguardia era de 25 minutos.
Pasadas las tres de la tarde, la dirigencia del movimiento declaró como ‘‘un triunfo’’ la movilización. El líder de la sección sindical 22 de Oaxaca, Rubén Núñez Ginés, afirmó que participaron 50 mil maestros en la protesta ‘‘y otros 80 mil’’ en las plazas de los estados. El reporte del gobierno capitalino fue de 12 mil docentes en la caminata.


Lo mismo marcharon educadores de las siete regiones oaxaqueñas (Costa, Istmo, Mixteca, Sierra, Tuxtepec, Valles Centrales y La Cañada), que mentores de Michoacán, Chiapas, Morelos, Puebla, Veracruz, Guerrero, estado de México, Zacatecas, Durango, San Luis Potosí y Distrito Federal, entre otros. El tránsito vehicular tuvo cortes a la circulación en Eje Central, avenida Hidalgo, Insurgentes, Juárez y Paseo de la Reforma.
Todos se unificaron bajo una sola demanda. ‘‘¡Si no hay abrogación, habrá revolución!’’, corearon una y otra vez. Los docentes caminaron de forma pacífica con cantos, consignas y, sobre todo, con el puño izquierdo en alto, a lo largo de los siete kilómetros que separan el Palacio de Bellas Artes, de donde salieron, hasta Los Pinos.
Durante el trayecto, resguardado por un discreto operativo policiaco –que sólo se hizo evidente en el cerco de uniformados en torno al Senado, la Bolsa Mexicana de Valores y la embajada de Estados Unidos–, el líder del magisterio michoacano, Juan José Ortega Madrigal, comentó que las leyes no son ‘‘divinas, porque las hacen los hombres, por lo que no se puede pretextar que no se pueden corregir, como insiste el gobierno de Enrique Peña Nieto’’.
Ante el azoro, curiosidad e incluso hartazgo de oficinistas que miraban la movilización, un transeúnte les gritó: ‘‘¡Estos sí son maestros, carajo, adelante!’’ A su paso por la Cámara de Senadores los miles de educadores, sin detenerse, estallaron en rechiflas: ‘‘Ahí están, esos son, los traidores de la nación!’’ Y es que el Congreso de la Unión aprobó la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación (INEE), que modifica el proceso de ingreso, permanencia y promoción del maestro, al establecer la aplicación de pruebas estandarizadas que determinarán si continúan o no en el servicio docente.
La anterior es una de las decisiones más cuestionadas por los mentores. Además, se oponen a que los educadores de nuevo ingreso estén sujetos a un periodo de prueba de dos años, cuando la Ley Federal del Trabajo establece un lapso de seis meses. También rechazan que, de no aprobar las tres evaluaciones obligatorias establecidas, podrán ser despedidos sin responsabilidad alguna para el gobierno y sin tener derecho a apelar ante un tribunal laboral.
Por ello, sus exigencias básicas se centran en tres temas clave: plasmar la educación como un derecho y no como un servicio; garantizar que el Estado provea a todos los ciudadanos de esta garantía constitucional, tanto en sus elementos materiales como humanos, así como respetar sus derechos laborales y transitar hacia un nuevo modelo educativo.
La marcha transcurrió sin incidentes e incluso cuando algún espontáneo intentó subir el tono de la protesta frente a la embajada de Estados Unidos, decenas de mentores de la brigada de seguridad lo contuvieron.

Al cabo de cuatro horas, los inconformes regresaron en la ya famosa ‘‘operación hormiga’’ hacia su campamento en el Zócalo capitalino. Por la noche, la dirigencia convocó a una asamblea nacional representativa para definir nuevas acciones.

No hay comentarios :

Publicar un comentario