3 febrero 2013
Ricardo Rojo
El golpe asestado al Sindicato Mexicano de Electricistas por el gobierno del Pacto de Enrique Peña Nieto a través de los ministros de la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es -como lo expresara Martín Esparza, Secretario General del SME- "...el anuncio de lo que viene en los próximos tiempos para los trabajadores."
El SME es uno de los sindicatos más antiguos de la historia mexicana. Sus antecedentes datan de 1906 aunque fue fundado oficialmente el 14 de diciembre de 1914,hace 99 años, en medio de la confrontación armada que se produjo con la revolución. En su accionar sindical, el SME ha dado ejemplos contundentes de sindicalismo de clase.
En 1916 realizó su primera huelga general en abierto desafío a Venustiano Carranza que ordenó encarcelar a los dirigentes ordenando juicio sumario para todos. La huelga triunfó.
En los años 20 del siglo pasado, brigadas del SME recorrieron el país arengando a los trabajadores electricistas de las 80 empresas dispersas en la geografía de México para formar un frente de lucha nacional. No fue fácil, pero el esfuerzo cristalizó en la constitución de la Confederación Nacional de Electricistas y Similares (CNES).
En 1935, en pleno gobierno del general Lázaro Cárdenas del Río, el SME se dio a la tarea de acumular fuerzas y preparar condiciones para arribar a una huelga nacional. Con su iniciativa, varios sindicatos del país como ferrocarrileros, trabajadores agrícolas, maestros, universitarios, etc. crean el Comité Nacional de Defensa Proletaria (CNDP) que protagonizó en 1936 la histórica huelga nacional encabezada por el SME que duró 10 días y logró arrancarle a la empresa eléctrica Mexican Light and Power Company su primer contrato colectivo de trabajo que incluyó puntos esenciales como la entrega del 3.5% de los ingresos de la compañía para repartirlo entre los trabajadores, mejoramiento del tabulador de salarios, pago de salarios caídos y pago íntegro de los gastos de la huelga.
La huelga nacional unitaria y popular de 1936 protagonizada por los electricistas del SME y apoyada por todo el pueblo de México, es el antecedente de lucha unitaria nacional que no se ha vuelto a presentar en los últimos tiempos, lo que ha permitido que los gobiernos del PRI y del PAN de los tres últimos decenios, hagan y deshagan con la Constitución de la república y aprueben leyes contrarias a los intereses de los trabajadores y pueblo en general.
El problema de la unidad proletaria y de clase es un problema que tiene que ser resuelto lo más pronto posible por los sindicatos mexicanos porque es la única posibilidad que puede permitir enfrentar a los neoliberales que saquean el país y nos mantienen en la miseria.
En el mitin del 30 de enero pasado en el zócalo de la ciudad de México, los electricistas del SME lanzaron un mensaje que taladra la mente de los neoliberales del Pacto por México y sus aliados. "Tal parece que en nuestro país la justicia existe solo para los extranjeros, los ricos y los políticos corruptos ."
Eso es cierto; los gerentes de la Suprema Corta de Justicia de la Nación liberaron hace unos días a la secuestradora francesa Florence Cassez, pasando por alto todos los agravantes del caso. La secuestradora francesa fue recibida con honores en palacio nacional, en Francia. Los trabajadores del SME portaron una manta frente a la SCJN que decía: "Señores ministros de la SCJN, nosotros no somos franceses, somos mexicanos igual que ustedes y un par de estúpidos ( Felipe Calderón y Javier Lozano) hace 3 años violaron nuestros derechos fundamentales, humanos y laborales". La SCJN los ignoró.
Así mismo, hace unos días los gerentes del Instituto Federal Electoral deslindaron de responsabilidades al hampón Enrique Peña Nieto y a los millonarios de las empresas que lo apoyaron, responsabilizando a Andrés Manuel López Obrador de excederse en sus gastos de campaña. Todo esto sucede en momentos en que el gobierno del Pacto ya anunció su intento de privatizar PEMEX y lanza estas acusaciones con el propósito de distraer a la ciudadanía y presentar a algunos líderes sociales como Andrés Manuel como corruptos. El gobierno del Pacto no tiene vergüenza pues ordena a sus funcionarios títeres del IFE, magistrados del tribunal y ministros de la corte a actuar ilegalmente favoreciendo a los verdaderos corruptos y dictando medidas contra todos aquellos que pueden potencialmente oponerse a sus designios.
Otra perla que muestra la política de este gobierno es el nombramiento del ex gobernador de Oaxaca José Murat al frente de las iniciativas que Peña Nieto impulsa al interior del Consejo Rector del Pacto por México. José Murat es un político PRIísta experimentado que ha sido diputado local, federal, senador y gobernador de Oaxaca. En 2004 se organizó un autoatentado cuando salía de una noche de juerga de un reconocido hotel de la ciudad de Oaxaca. En aquella ocasión, aún en estado alcoholizado, declaró que un comando armado había intentado asesinarlo. La PGR desmintió su versión y dictaminó que los disparos se habían hecho desde el interior del automóvil en que se transportaba. José Murat es un político corrupto que dejó en su lugar en la silla gubernamental -para cubrir sus trapacerías- a otro político corrupto y además asesino Ulises Ruiz Ortiz quien sigue paseándose por el país y por Oaxaca sin que hasta el momento entregue cuentas a la justicia.
Mientras el pueblo de México y sus organizaciones democráticas hacen frente a las embestidas de los neoliberales y sus aliados mercenarios del gobierno del Pacto; mientras los electricistas declaran que no permitirán que aquellos que no los vieron nacer, tampoco los verán morir y que la única forma de vencerlos es matándolos y encarcelándolos, mientras que otros miles y miles de trabajadores del campo y la ciudad discuten la mejor forma de derrotar -juntos- a sus enemigos de clase que los explotan. Vale la pena detenerse en intentar explicarnos por qué el pueblo no despierta y pone en su lugar las cosas. Eduardo Galeano trata de explicarlo en su libro "Patas arriba, la escuela del mundo al revés". "Hace ciento treinta años, después de visitar el país de la maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana."
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