viernes, 9 de marzo de 2012

Caso Florence Cassez, la Suprema Corte y el Telemontaje

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Jenaro Villamil WORDPRESS


Si un caso demuestra hasta dónde puede escalar un montaje mediático para servirle de propaganda al actual secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna (en ese entonces director de la Agencia Federal de Investigaciones) y encubrir relaciones poco claras entre este funcionario y las televisoras, éste es el caso de la ciudadana francesa Florence Cassez, sentenciada a 60 años de prisión por el delito de secuestro y cuya petición de amparo fue rechazada este jueves por un tribunal.
El caso ya llegó a la Suprema Corte de Justicia. El proyecto de sentencia del ministro Arturo Zaldívar plantea la “inmediata y absoluta” liberación de la ciudadana francesa. Esto ha generado una airada reacción de la Procuradurías General de la República y de la CNDH que han insistido en que es más importante pensar en las víctimas del secuestro que en las irregularidades derivadas del montaje televisivo. En sentido contrario, juristas como Diego Valadés, la CDHDF y otros organismos han insistido que si no existe un “debido proceso” frente a este caso difícilmente se puede tener una sentencia justa. En este caso, en contra de la presunta cómplice de secuestro.
El proyecto de sentencia tendrá que ser discutido el 21 de marzo en la Primera Sala. La correlación de fuerzas no es clara. Cassez necesita de dos votos para ser liberada. De entrada, el ministro Zaldívar realiza un duro juicio a los términos del videomontaje y sus consecuencias para el caso y quizá para todos los demás similares:
“No se censura que la prensa informe sobre los acontecimientos que resultan de interés nacional, como la lucha contra la delincuencia. Se censura que las autoridades encargadas de una detención deformen conscientemente la realidad con el fin de crear un filtro para exponer a una persona frente a la sociedad, y principalmente, frente a las futuras partes del proceso”, advierte el ministro Zaldívar en una de las partes medulares del proyecto.
Esto es lo único claro y contundente en el caso Cassez: la difusión de su detención, la mañana del 9 de diciembre de 2005, se trató de un montaje televisivo, una “recreación” le dicen en Televisa, a costa de la integridad de las víctimas y de quienes fueron presentados en cadena nacional como presuntos responsables.
Aquella Mañana
Esa mañana, en la pantalla de Primero Noticias, el reportero de Televisa, Pablo Reinah, inició así su enlace:
“De último minuto, un duro golpe contra la industria del secuestro se está dando en estos momentos y es que la AFI trabajó durante semanas y esta madrugada lo que está haciendo es liberar a personas secuestradas… Estamos viendo cómo están entrando en estos instantes los agentes”.
La cámara enfocó la acción y siguió hasta el cuarto de la habitación de una cabaña, allanada por los agentes federales, bajo las órdenes de García Luna. En una mesa se observó una laptop, credenciales de elector, un pasamontañas, una máscara de hule de hombre lobo y, al lado, dos rifles AK-47, armas usadas presuntamente por los sujetos que están a cuadro.
“Podemos mostrarles a los secuestradores –afirmó el reportero de Televisa-. Estas son las armas con que secuestraban a sus víctimas. Esta mujer que vemos aquí tapada es una mujer de origen francés, era también la esposa (de Israel Vallarta) quien ayudó a planear este secuestro”.
Esa mujer “tapada” era Florence Cassez. Ella negó, desesperada, que estuviera involucrada en el caso del secuestro de Cristina Ríos Bayadares y de su hijo, a manos de una “peligrosa banda” conocida como Los Zodiaco.
En la transmisión en vivo, el reportero se dirigió a Ezequiel, uno de los secuestrados, que afirmó frente a las cámaras:
“Mucha gente piensa que no trabaja la policía, pero la verdad es que si ellos no estuvieran aquí, no sé qué hubiera sido de mí”.
Días después de la transmisión en vivo del “innegable golpe” de la AFI, Vallarta y Cassez denunciaron que todo fue un montaje para la televisión, un reality judicial para recrear lo que supuestamente había sucedido varias horas antes.
La Queja de Reinah
Televisa acusó al periodista Reinah de haber sido el principal responsable de lo que sucedió y lo despidieron de la empresa. Argumentaron que ellos no sabían que se trataba de un montaje. García Luna, en ese momento director de la AFI, argumentó que fueron los reporteros televisivos quienes le pidieron “recrear” el operativo.
Reinah se inconformó ante la decisión de la empresa. Presentó una queja el 15 de febrero de 2006 ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos para deslindarse de la versión de sus ex jefes de la televisora, al tiempo que también demandó laboralmente a Televisa.
En paralelo, el juicio contra Cassez generó una de las crisis diplomáticas más severas entre México y Francia. La cúspide de esta crisis ocurrió en julio de 2009, durante la visita del presidente francés Nicolás Sarkozy a nuestro país. El mandatario europeo afirmó que Cassez debía ser juzgada en Francia y no en México. Tomó el caso como un asunto de Estado y la mayoría de los medios franceses documentaron desde 2008 la suma de irregularidades, especialmente, el montaje mediático.
En su alegato ante la CNDH Reinah afirmó que a las 4:30 de la mañana, vía teléfono celular, recibió una llamada del director de Operaciones de la AFI, Luis Cárdenas Palomino, para cubrir la liberación de unas personas secuestradas.
Argumentó que consultó con el titular de Primero Noticias y “se tomó la decisión de que me trasladara al lugar para realizar la cobertura”. Reinah subrayó en la parte central de su queja:
“Rechazo categóricamente haber tenido conocimiento o haber sido avisado de que ese operativo era una recreación…
“En ningún momento solapé, coordiné o gestioné ninguna acción que tuviera que ver con el desempeño de los elementos de la AFI”.
El 30 de marzo de 2007, la CNDH emitió una resolución salomónica. No determinó quién fue el responsable del montaje televisivo, pero le ordenó a la AFI y a la PGR que dejaran libre de cualquier responsabilidad al ex reportero de Televisa. La resolución fue emitida por el quinto visitador Mauricio Farah Gebara, quien aspiró a ser ombudsman nacional el año pasado.
En otras palabras, la CNDH resolvió el caso mediante “el procedimiento de conciliación”.
La misma palabra se utilizó a fines de enero de 2011, cuando Pablo Reinah dio a conocer que después de dos años concluyó su litigio laboral con la empresa Televisa. No hubo un laudo laboral. Reinah y Televisa decidieron cerrar el expediente, sin que se aclarara, hasta ahora quién fue el responsable del montaje mediático.

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