domingo, 4 de marzo de 2012

Josefina, la ‘Cirila’ de la política: la negrita que quería ser blanca (y presidenta)

dom 4 mar 2012 sdp noticias

Josefina Vázquez Mota ha sufrido una transformación notable en los últimos años. No solo por haber pasado de ser una vendedora de cosméticos a candidata presidencial, sino por el hecho de que su piel gracias al Photoshop y quizás a algún tratamiento químico, se ha ido “blanqueando” notablemente con el paso del tiempo.
De acuerdo a lo difundido en la página de Facebook de “Don Menfis”, Chepina pasó de ser una persona de rasgos negroides y cabello “grifo”, a una señora que se plancha el cabello y se blanquea la piel para dar la apariencia “europea” con la que sueñan muchos aspiracionales panistas, representantes dignos del típico mexicano mestizo y de piel más bien oscura que sueñan con que su prole se case con alguien “blanco” para según ellos “mejorar la raza”.
El cambio es de plano escandaloso si tomamos como último punto de referencia la fotografía publicada hoy, en donde la panista aparece mostrando una encuesta a modo publicada en la portada de un periódico derechista, mientras viaja plácidamente en un jet privado:

Josefina 2004
 







                                                   Josefina 2008

                              Josefina 2012

Quisiera atreverme a decir que Vázquez Mota es la “Michael Jackson” de la política mexicana, pero eso constituiría una afrenta a la memoria del “Rey del Pop”.
Chepina apenas alcanza a ser una especie de “Cirila” mexicana, en alusión a ese personaje de la terriblemente racista telenovela infantil de Televisa, “Carrusel”. El personaje de Cirilo era el de un niño de rasgos africanos que con tal de alcanzar la simpatía de su compañera (blanca y racista) “María Joaquina” se untaba de harina la cara, usaba cremas blanqueadoras y muchas otras cosas ante las mofas de sus atípicamente blancos (por simple probabilidad) compañeros de escuela.
La pregunta interesante ahora es ¿quién le ordenó a Josefina el hacerse ese proceso de ‘blanqueo’?
¿Los mismos que le recomendaron ocultar a su hija gorda para no dar una “mala imagen?
¿El extranjero pernicioso Antonio Solá, impune creador de campañas de guerra sucia y mercader del odio?
O peor aún ¿su propia consciencia la hizo querer blanquearse y acercarse más al ideal “europeo” de belleza, dándole la espalda a sus raíces mestizas y mexicanas?
¿Cuál es el punto de una tipa como Josefina, que busca dejar de ser morena para pasar a ser “apiñonada”? ¿Por qué se avergüenza de su color de piel, cuando a millones de mexicanos eso es algo que no nos acompleja, ni nos importa?
Falsa Josefina, mentirosa, improvisada y en negación total de su realidad y de su persona. No por nada está hundida en el tercer lugar de preferencias en las encuestas serias.

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