miércoles, 25 de agosto de 2010

Por abandono se contamina cuenca de la extinta LyFC

No le han dado mantenimiento

El Sol de Puebla
25 de agosto de 2010
por Alejandro Castelán

JUAN GALINDO, Pue.- Abandonada la cuenca hidrológica de la extinta Compañía de Luz y Fuerza (LyFC) con más de mil 400 kilómetros cuadrados de bosques, lagunas, ríos, arroyos, manantiales y vertederos a raíz del decreto extinción el 10 de octubre de 2009, nadie se hace cargo de su limpieza y mantenimiento, lo que genera graves daños a la ecología regional además de un trascendental quebranto al patrimonio de la empresa ex generadora de energía eléctrica.
Esto fue dado a conocer por Luis Gerardo Martínez Gómez, presidente municipal de Juan Galindo, centro neurálgico del complejo hidroeléctrico extinto por el decreto del presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.

Dijo que actualmente hay un serio problema debido principalmente, a la falta de mantenimiento de las instalaciones y obras hidráulicas en las que en lugar de energía eléctrica sólo "se genera desgaste para las instalaciones".

Esto con referencia a la cantidad de agua de lluvia que con gran intensidad en las últimas semanas ha caído en la región y se capta por medio de túneles, canales y vertederos para acumularse como reserva de fuerza motriz en las cinco presas de este complejo hidroeléctrico La Laguna, Los Reyes, Nexapa, Tenango y Necaxa que hoy están en riesgo de rebasar los niveles máximos de depósito y comprometer la estabilidad de los diques y toda la obra hidráulica.

El alcalde afirmó haber sostenido dos reuniones con la dirección de Protección Civil Municipal y con la Comisión Nacional de Emergencia a las que sido citado personal de la Comisión Federal de Electricidad para que informaran al respecto.

En ambas reuniones, dijo, los responsables actuales señalaron que tienen el control de la presa de Necaxa por el método de abrir las compuertas y dejan pasar el agua por las turbinas sin generar energía, esto con el fin de desfogar el agua y mantener los niveles máximos en 50 centímetros abajo del desborde lo que se ha visto, afirmó el alcalde, "han pasado varios días de lluvia intensa y no se ha derramado".

Esto sin embargo, enfatizó, no substituye de ninguna manera al mantenimiento que debe haber en los vertederos, trabajo que con regularidad venían haciendo obreros de la empresa y que ahora, desde octubre del año pasado no se ha dado ninguna clase mantenimiento, ésa ha sido, afirmó, la principal preocupación, como lo hemos manifestado en otras ocasiones, pero "mientras no se dé la generación de energía eléctrica no se va a hacer nada", según fue la respuesta de quienes hoy tienen el control de las instalaciones eléctricas.

Trabajadores electricistas comentaron al respecto que durante un siglo que la Compañía de Luz y Fuerza del Centro existió el procedimiento normal de mantenimiento, sobre todo en los días previos a la temporada de lluvias, como actualmente sucede, cuadrillas de obreros recorrían los parajes de la cuenca hidrológica de la empresa electricistas con el fin de desazolvar los vertederos, retirar las acumulaciones de basura, ramas, etcétera, en las compuertas y canales con el fin de tener todo limpio para evitar que la basura se acumulara y posteriormente fuera a dar a los generadores como hoy está sucediendo en donde se conoce que incluso llantas de autos, colchones y toda clase de basura tapona el sistema, lo que es muy grave.



LA CUENCA HIDROLÓGICA

Este abandono, sin duda es otra cara del decreto de extinción de la empresa, lo que causa preocupación no nada más entre los electricistas, sino en todos los habitantes de la región serrana dado que afecta a cuando menos 300 mil habitantes que viven en los municipios de Huauchinango, Xicotepec de Juárez, Zacatlán, Chignahuapan, Juan Galindo y decenas más de municipios aledaños.

De allí que la Fundación Fénix para la Preservación Ecológica de la Sierra Norte lanzara, desde entonces, una voz de alerta sobre el destino de más de mil 200 kilómetros cuadrados de territorio que abarca la zona de influencia de la Compañía de Luz en la Sierra Norte entre los que se encuentran miles de hectáreas de bosque protegido que hoy está en el abandono.

El abandono en que se encuentra el sistema hidroeléctrico como las plantas de Necaxa, Tepexic, Tezcapa y Patla, al igual que las de Lerma, Villada, Fernández Leal, Tlilán, Juandó, Cañada, Alameda, Las Fuentes, Temascaltepec, Zictepec, Zepayautla y San Simón, que en conjunto generaban el 32 por ciento de toda la energía eléctrica que mantenía a la LyFC en operación, el resto provenía de tres termoeléctricas y otras de turbogas.

Los ecologistas señalaron que todo esto junto con la atávica contaminación de ríos y arroyos por descarga de drenajes; cañadas y barrancas, por basureros y rellenos sanitarios, además de tala de árboles son los principales problemas ambientales que se perciben claramente en esta comarca y con ello la región septentrional poblana colabora con su granito de arena al calentamiento global que debe ser combatido so pena de una gran catástrofe, como lo han dado a conocer a nivel mundial los científicos.

QUEDAN EN LA IMPUNIDAD TALAMONTES

Consideraron que el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro debería excluir el decreto del presidente Lázaro Cárdenas que declara área protegida la zona boscosa de la región y dar paso a una comisión especial para Fomento y Protección de la Biodiversidad de la Sierra Norte.

Tema que su abandono no sólo inquieta a los ecologistas, sino a toda la sociedad serrana cuyo único capital para enfrentar el futuro verde inmediato se basa en el precario equilibrio ecológico que ha dejado la impunidad de los talamontes y la falta de previsión y aplicación de la ley de protección ambiental desde los tres estratos de gobierno que tampoco han respetado en todos sus términos un mandato que desde hace 71 años protege esta comarca serrana.

La urgencia de la recuperación de la cuenca hidrológica de la extinta Luz y Fuerza no admite más demora, su colapso por basura, deforestación, baja captación en los mantos acuíferos y la grave contaminación por el agua de los drenajes urbanos que diariamente vierten en el agua alrededor de 100 toneladas de materia fecal urgen a estas acciones ya que en menos de cinco años podría ser demasiado tarde y una zona de mayor contingencia ambiental a la actual.

Fuera de control están las riberas de las presas y otras áreas donde la conservación del bosque, hoy abandonada es evidente. Esto se une al resto que no ha sido atendido y en donde la indiferencia de los tres niveles de gobierno es indudable.

Pese a las diversas denuncias sobre tala inmoderada que constantemente aparecen publicadas en diversos medios de comunicación ninguna dependencia actúa de oficio para investigar y menos para detenerlas.

De allí la preocupación de que ahora, a casi un año de la extinción de la empresa, las zonas boscosas de la extinta CLyFC sean pasto de la motosierra ilegal y clandestina, blindada por la corrupción de las autoridades.