sábado, 9 de octubre de 2010

ANTORCHISTAS DEMANDAN A POLICÍAS FEDERALES POR AGRESIÓN Y TORTURA

Trataron de inculparlos en vinculaciones con el narcotráfico

MÉXICO, DF.-7 de octubre de 2010.-Antorcha/NSN.-
. El Movimiento Antorchista denunció a miembros de la policía federal, por allanamiento de morada, tortura y la fabricación de delitos contra seis de sus integrantes, el pasado 2 de octubre en Naucalpan, Estado de México.

Homero Aguirre Enríquez, vocero nacional de esta organización, dijo que durante la madrugada del sábado 2 de octubre, alrededor de veinte individuos quienes portaban uniformes de la policía federal y del ejército mexicano, todos ellos encapuchados y equipados con armas de alto poder, penetraron violentamente en el domicilio ubicado en Circuito.
Historiadores de Ciudad Satélite, en donde derribaron la puerta de entrada, y golpearon a puñetazos y patadas a los jóvenes; Carlos Désiga Cortés, Gil David Saldívar Velasco, Antolín de los Santos Cisneros, Edgar Iván Ríos Díaz, Jesús González Vázquez y Alberto Molina Marino, integrantes del Movimiento Antorchista que habitan y cuidan esa casa propiedad de la organización en el municipio.
Asimismo los amenazaron con matarlos a ellos y a sus familiares si no se declaraban culpables por supuesto consumo y tráfico de droga, además de tener nexos con un grupo criminal.
Mencionó que; “a pesar de la tortura física y psicológica que recibían, los muchachos se negaron a incriminarse falsamente, lo que provocó una nueva lluvia de golpes y amenazas de matarlos a ellos y a sus familiares, cuyos nombres obtuvieron de los teléfonos celulares de algunos de los torturados”.
Después de las agresiones, cuatro de los muchachos fueron lanzados a la calle y dejados en libertad sin ningún cargo, mientras que Carlos Désiga Cortés y Gil David Saldívar, que fueron elegidos para acusarlos de ser “los cabecillas” de la delincuencia, mismos quienes fueron trasladados por los encapuchados a la sede de la Procuraduría General de la República (PGR) en Naucalpan, localizada en el número 784 de la avenida 16 de Septiembre, en la colonia Alce Blanco, donde continuaron recibiendo golpes y amenazas para que aceptaran firmar una declaración en donde reconocieran una vinculación con la delincuencia organizada y narcotráfico.
Homero Aguirre dijo que también les pidieron que aceptaran la culpa de resguardar en una caja fuerte, supuestamente ubicada en un sótano de la casa, documentos y dinero donde se demostraban sus actividades ilícitas, lo cual, por tratarse de una calumnia absoluta, nuevamente volvieron a negarse los detenidos y volvieron a golpearlos.