lunes, 16 de agosto de 2010

Crisis en Mexicana de Aviación

Abraham Bonilla Rojas   
lunes, 16 de agosto de 2010
Mexicana de Aviación está sumida en una crisis económica fuerte y seria que ha hecho nota en los medios periodísticos y en las bolsas donde esta empresa está involucrada, pero también en una crisis económica que ha dejado enseñanzas y ejemplos, así como situaciones ya experimentadas en el pasado que para esta ocasión han tenido influencia y que han sembrado los conocimientos necesarios para poder tomar, esta vez, una decisión más adecuada. La crisis se presenta en la empresa troncal de este conglomerado de instituciones dedicadas a la prestación del servicio de transportación aérea, teniendo a sus dos aerolíneas de bajo costo funcionando en relativa normalidad y atrayendo a ciertos sectores del mercado que la troncal, en este caso Mexicana, ha direccionado hacia Mexicana Click y Link.

Desde que en el mercado global se introdujo el concepto de "low cost" (bajo costo), las líneas aéreas han experimentado variaciones en cuanto a su mercado normal de hace diez años. Tal es el caso de aerolíneas en Europa que con la aparición del bajo costo redujeron su pasaje y las segundas fueron acaparando buena parte de él. Mucho de lo que se transporta, en el caso concreto: pasaje, tiene dos definiciones de temporadas: bajas y altas. En las altas están incluidos aquellos periodos vacacionales que en gran parte de los países coinciden y en otra gran parte son distintas las fechas. Cuando es temporada baja por lo regular quienes más viajan son aquellos que tienen qué, no aquellos que quieren. Y la solución al momento para aquellos pasajeros de la temporada baja es precisamente el recurso de las líneas aéreas de bajo costo, tenemos en nuestro país dos ejemplos de ellas: Mexicana Link y Mexicana Click, captando un flujo importante de viajeros en territorio nacional al igual que Aeroméxico Connect, Volaris, Interjet y en su tiempo Alma y Avolar. Las dos bajo costo de Mexicana le repuntaron sus niveles de tráfico en territorio nacional, pero tal parece que en estos momentos de crisis dentro de la empresa han sido más un factor perjudicial que benefactor. De cualquier manera, con crisis o sin ella en la troncal, estas dos líneas siguen teniendo su afluencia y justamente por el momento, la están llevando a la alza.
La disponibilidad de los sindicatos, tanto de pilotos como el de sobrecargos ha sido ejemplar y demuestra que cuando un sindicato está bien armado, cuando sus afiliados están bien armados, sus líderes están bien capacitados para ejercer su cargo y cuando hay un interés real de mantener óptimas las condiciones laborales así como de mejorarlas, vale la pena y es parte necesaria del sistema económico. No, por ejemplo, como ocurre con el SME, que mientras gran parte de los trabajadores está esperando resultados y pasando malos momentos, sus líderes y los y las trabajadoras que jalan con los manda más, andan provocando disturbios, agrediendo funcionarios, aprovechándose del momento, entre otros adjetivos que por respeto no los hago.
Como dije en el párrafo anterior: hay que hacer un reconocimiento a la actitud de estos dos sindicatos. En primera porque en vez de dificultar las labores, están dando márgenes aceptables, convergidos y estudiados para ayudar dentro de la medida de sus posibilidades la recuperación económica de su empresa: son conscientes de que se necesitan mutuamente y pretenden por decirlo de alguna manera, sacrificar sus beneficios personales por que resurjan los beneficios de la empresa que como resultado dará un beneficio en un futuro de ser así, para todos y para todas.
En ocasiones anteriores el Gobierno, el Federal, había tomado la decisión cuando se presentaba una crisis en una empresa aérea de entrarle al rescate. En esta ocasión no. En esta ocasión ya la economía nacional está más suelta de la rienda. Ya se aprendió que el que el Gobierno compre y venda, conlleva a un ciclo cuasi vicioso. En esta ocasión las cosas no están para que el Gobierno se convierta en un centro de caridad ni en un súper héroe todo poderoso. Todos tenemos algo que aportar. No está la situación, por los factores que sean, para andar comprando chicles, y no es que Mexicana sea un chicle, sino que en el pasado se compraba y se vendía como si el Gobierno fuera un bazar. En esta ocasión, el Gobierno a cargo de Felipe Calderón ha decidido no rescatar a la empresa.
En este 2010, la posición de los sindicatos como ya dije en dos párrafos más arriba, es de tenerse en cuenta y reconocer que hacen la labor que supuestamente tendría que hacer cualquier sindicato. Se está demostrando que hay interés de parte de las y los trabajadores de conservar su empleo y de colaborar para una pronta recuperación. La crisis mundial, no provocada por el Presidente Calderón sino por entre otros factores, la ambición de poder económico perdurable y prácticamente eterno del mercado estadounidense, aunado a la problemática suscitada con este siniestro inventado o no de la influenza, hicieron vulnerable a Mexicana. Un paréntesis, la influenza, cierta o no, fue un golpe certero y duro a la economía mexicana. Les recuerdo que México antes de que empezara la crisis era la onceava economía mundial, desigual e inequitativa, por arriba de España. Entonces cuando en el horizonte se veía la posibilidad de retomar ese camino, se le ocurre aparecer a esta pandemia o se ocurrió hacerla aparecer, lo que haya sido.
Esta semana en una entrevista en el programa "Alebrijes, Águila o Sol" de Televisa, el Secretario agredido, Javier Lozano Alarcón, hizo del conocimiento del auditorio una idea bastante interesante: que los trabajadores y las trabajadoras, sean accionistas de la empresa. Y ellas, ellos están dispuestos a tal medida. Volvemos al compromiso laboral para nada comparable con el SME. De acuerdo a lo expresado por el Licenciado Lozano, los trabajadores serían dueños de acciones de esta empresa troncal del corporativo y que con ello se garantice hasta donde la estabilidad y flexibilidad del mercado lo permitan, conservar sus empleos y formar parte de un grupo conformado por trabajadores que tenga influencia, peso y voz en la dirección de la empresa, lo cual vuelve a demostrar el compromiso de la planta laboral y su disposición de adquirir un compromiso mayor y más serio. Serían accionistas, más no administradores. Y esto no les quita la importancia mayor que el ser accionistas les otorgaría.
La planta laboral no solamente se queda en el aire, existen también los trabajadores de tierra. Aquellos y aquellas que están en los mostradores, que acarrean equipaje, que están detrás de toda visibilidad comercial pero que también son parte muy importante de empresas de aviación. Esta gente está dispuesta de igual manera, a otorgar plazos y condonaciones a la empresa para preservar su empleo y hacer crecer en un resurgimiento a Mexicana.
Hay una decisión, en mi particular punto de vista muy comprometedora, seria, congruente y redundando, decidida: la decisión que ha elegido el sindicato de pilotos y el sindicato de sobre cargos de congelar dentro de un plazo aceptable sus salarios. Quieren aportar y quieren ser partícipes del tomo y doy que puede en un futuro ser factor de una decisión que lleve a la cima tanto mercantil como económica a Mexicana.
El mercado nacional de Mexicana, aún teniendo a sus dos bajo costo, es importante. Y tan importante es que le está perjudicando que ese sector opte por elegir como opción de traslado a Link o a Click. Y el internacional también es importante, y ese solamente puede manejarlo la troncal, ninguna de las de bajo costo tiene la capacidad aún, de menos de este corporativo, de prestar servicios fuera de las fronteras mexicanas. Ese mercado se está quedando descubierto, y cubierto por otras aerolíneas nacionales o extranjeras, y que está quedándose sin alguna empresa que lo maneje, es por ahora el que está detenido mayormente al momento.
Hay dos grandes empresas en nuestro país que brindan los servicios aeronáuticos: Mexicana y Aeroméxico. En otros países en donde el mercado se centraba mayormente en cierto número relativamente reducido de empresas aéreas, se ha optado por crear lo que se conocen como "Líneas Bandera". Tal caso es el de Air France, Air Canada, British Airways, entre otros.
Ese es clavo esencial en la idea de fusionar las dos grandes empresas en nuestro país. Esta polémica suscitada hace algunos meses en la que se vieron involucradas tanto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y ciertas bancadas de la Cámara Baja, si se estudia, analiza, y ve más allá de un asunto ideológico, tiene razón y no fue concretada por capricho de alguna de las partes por querer hacer de estas dos empresas una sola. Hay cierto momento en el que la demanda del mercado tiene que ser atendida desde alguna estrategia bien definida. Quizá el mercado nacional e internacional de las compañías aéreas mexicanas no esté en tal punto para tomar la decisión de hacer una fusión, todavía. Aunque, para hacer frente en algún momento al mercado no es un método, una idea ni un actuar descabellado, descabellado para nada. Incluso puede resultar un actuar inteligente y apto a las condiciones.
Los beneficios de una posible fusión son tanto para la empresa, como para el mercado y en importancia mayor para los consumidores. Para la empresa, creo que no hace falta mencionar los ejemplos de las aerolíneas que han logrado un desarrollo y un progreso notable como Air France, los beneficios para las empresas serían ampliar su flota, modernizarla, hacer los servicios de tierra más eficientes, modernos, mejor evaluados y capacitados y que permitan una conexión, adjudicación y sincronización mejor con el transporte aéreo. Otro beneficio para la empresa es desde luego la ampliación del mercado, de redes y de prestaciones, sus trabajadores tendrían el compromiso y la responsabilidad de hacer una labor eficaz para que el desarrollo se lleve a cabo de buena manera, los salarios, las prestaciones y lo que en su momento pudiese traer como beneficio para ellos también forma parte de lo que ganaría la empresa ante esta fusión. El mercado claro que su principal gane estaría en una cobertura mayor y en un fomento económico resultante de compartir pasaje entre los lugares. Mayor espacio en el mercado. Y para el usuario, tener una gama diversificada de destinos, mejor atención y un servicio de calidad.
Los actuales accionistas de la troncal de este corporativo, en gran medida son los responsables de esta crisis. En primer lugar por un mal manejo de la empresa y en segundo por rigidez en las opciones.
La conclusión a esto: ya se tiene conocimiento de actuares pasados que han enviciado el ciclo de mercado. La recuperación de Mexicana es importante por el porcentaje de pasaje que traslada la compañía en territorio nacional y por las fuentes de empleo que superan los cinco mil. Se tienen las facilidades que están otorgando los sindicatos para la recuperación económica de la empresa y las opciones posibles que pueden ser tomadas como alternativas. Y que se necesita un manejo minucioso para decidir los rumbos que se le quieran dar a la empresa. El mercado necesita de su correcto funcionamiento.

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