México.- Al avalar la adopción de menores por parejas del mismo sexo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación consumó su traición a México, la familia y la ley natural, aseguró Juan Sandoval Íñiguez, cardenal de la Arquidiócesis de Guadalajara.
“Ya había sido un error gravísimo el haber validado desde esa altura del Poder Judicial, como lo es la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el supuesto matrimonio entre personas del mismo sexo, verdadero atentado contra la naturaleza humana; y ahora añade otro error al haber aprobado la adopción de infantes por parte de esas parejas homosexuales, con lo cual ha consumado, por así decirlo, su traición a México, a la familia y a la ley natural”, afirmó el jerarca católico en el editorial de El Semanario, de la Arquidiócesis de Guadalajara
En el mensaje “Muy grave, ir contra natura”, Sandoval Íñiguez señaló que “hablar de matrimoniohomosexual y hablar de adopción, por parte de esas dizque familias, no es asunto de formas, no es asunto de fe, sino un atentado contra la ley natural”.
Consideró que “es una falacia” utilizar el Estado laico para argumentar que la Iglesia no debe intervenir en el debate de los matrimonios y la adopción de parejas de homosexuales.
El prelado afirmó que “la naturaleza”, debe ser respetada si queremos sobrevivir como especie, porque jamás perdona las transgresiones.
Expuso que también es una “falacia” considerar la adopción de menores por parejas homosexuales como una solución para proteger a los infantes abandonados.
Subrayó que la solución es afianzar las bases de la institución familiar, constituida por un hombre y una mujer; legislar para el bien de la familia como tal, y entregar en adopción a los niños a verdaderos matrimonios, bien constituidos, que no pueden tener hijos propios.
“Pedimos, por tanto, a nuestro señor Dios, por nuestra patria; que no se vea todavía más dañada de lo que está, por estas erradas decisiones provenientes de tan alto nivel judicial, y que, instituidas como leyes, seguramente afectarán a muchos mexicanos inocentes”, finalizó.
Violencia no vence violencia
El cardenal Norberto Rivera aseguró que un buen sacerdote no está llamado al combate, sino a proclamar el amor y la paz, debido a que la violencia no se vence con violencia.
Al reflexionar sobre la figura del pastor, Rivera dijo que el trabajo eclesiástico, para hacer presente al buen pastor, de ninguna manera puede ser a través del dominio o de la imposición, ni mucho menos del combate o de la guerra.
Al presidir una misa de acción de gracias en la IV Vicaría Episcopal San Miguel Arcángel, Rivera afirmó que los sacerdotes “tampoco pueden tomar el camino de la huida”.
