domingo, 10 de octubre de 2010

El Padre nuestro electricista

No podre decir PADRE, sino puedo demostrar en estos momentos tan difíciles, que como hijo tuyo debo luchar dignamente por lo justo.

No podré decir NUESTRO, si me aíslo espiritual, social y laboralmente, sin darme cuenta que eres todos y cada uno de los que luchan o ayudan a los demás a tratar de resolver sus problemas.
No podre decir QUE ESTAS EN EL CIELO si preocupado por esta pena no levanto los ojos al cielo para implorar misericordia.
No podre decir SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, si mi conducta deshonra tu nombre, no puedo pedir justicia, sino soy justo con los demás, santificado la manera y forma de conducirme.
No podre decir VENGA A NOSOTROS TU REINO, si tengo un verdadero infierno en mi casa, en la calle, en la iglesia pero sobre todo en mi corazón.
No podre decir HÁGASE TU VOLUNTAD..., si para lograr triunfar en esta lucha, hago mi voluntad sin tratar de descubrir en el plan de Dios, en el valor de las cosas; respetando tu voluntad.
No podre decir DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA, si pensando únicamente en la crítica situación que vivimos, no me importe otros que sufran o tengan más hambre que yo.
No podre decir PERDONA NUESTRAS OFENSAS, sino trato de obtener el perdón para los demás. Si alimento resentimientos hacia quien creo, es culpable de esta dolorosa pena que pasamos sin estar plenamente dispuestos a perdonar.
No podre decir NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN, si deliberadamente propicio situaciones que me separan de Dios. Malas acciones, malas palabras, conductas incorrectas, flojera y desinterés por éste y los problemas de los semejantes, principalmente si consiente de la gravedad de este problema caigo en excesos de ira, violencia y ofensas que no conducen a nada bueno.
No podre decir AMEN si no he meditado todas y cada una de las palabras de este PADRE NUESTRO.